Mérida, Yucatán.- Jerarcas católicos de Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán expresaron su preocupación por el ambiente de violencia que prevalece en el país, luego del asesinato del pasado lunes de dos sacerdotes en la carretera Taxco-Iguala, por lo que llamaron a respaldar y no criticar a las autoridades en el combate a la delincuencia.
Como parte de un encuentro de obispos de la provincia eclesiástica de Yucatán, el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega aseveró que no se trata de una persecución contra la iglesia, sino que hay lugares donde hasta los sacerdotes corren peligro como ocurre en otras entidades federativas.
Se refirió así a la ejecución a balazos en la madrugada del lunes pasado de los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaine Muñiz García, párrocos de los municipios de San Marcos y Eduardo Neri, ocurrida en la carretera Taxco, Iguala, tras asistir a una fiesta en la comunidad de Juliantla, en el estado de Guerrero.
El arzobispo de Yucatán expuso que los religiosos muertos residían en un estado donde hay extrema violencia y no es fácil, dijo, para nadie vivir y sobrevivir en esas condiciones.
En rueda de prensa para anunciar el XVIII Encuentro de Catequesis en esta ciudad, los ministros fueron consultados sobre los crecientes homicidios de curas, a lo que hay que contrarrestar, apuntó Rodríguez Vega, con valores, educación y evangelización.
El arzobispo emérito, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, señaló que son ocho estados los que enfrentan una situación de violencia, donde se manifiestan los grupos delictivos, las drogas, el robo y los homicidios, pero recalcó eso no ocurre en todo México.
El prelado pidió dar respaldo a las autoridades judiciales y no sólo criticarlas en la búsqueda de restituir la solidez del tejido social en todos aquellos lugares donde se manifiesta la violencia.
¿Cómo es posible que en México que tiene un sustrato cristiano tan profundo estemos perdiendo ese respeto a la vida? preguntó Berlié Belaunzarán, quien recalcó la importancia de apoyar o mantener una lucha permanente a favor de la vida y de la dignidad de las personas.
CASO DE QUINTANA ROO
Respecto a la violencia, en particular las continuas ejecuciones en Quintana Roo, el obispo prelado de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, reconoció que esta situación se ha acentuado con el cambio de administración estatal.
Manifestó que la paz es responsabilidad de todos y no sólo de los gobernantes, quienes cuentan, estimó, con los recursos para lograr estabilizar la situación, y esa es mi esperanza de que muy pronto vuelva la paz y tranquilidad para Quintana Roo.
Por lo anterior, invitó a las autoridades y responsables de cada municipio “a terminar de acomodar las cosas” y recuperar la estabilidad en el estado.
En cuanto a la propuesta de legalizar el consumo de la marihuana, planteado por el secretario de turismo, Enrique de la Madrid Cordero, el arzobispo de Yucatán tomó la palabra para subrayar que, conforme a la información recibida de médicos, el consumo de la yerba representa un problema de salud, ya que daña las neuronas del cerebro, por lo que es inviable, precisó, dicha iniciativa.
Al encuentro, que se realiza este sábado y domingo en el Centro de Convenciones Siglo XXI, también participan los obispos de Campeche, José Francisco González González, y de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, además del obispo auxiliar de Yucatán, Jesús Mena Díaz.
(Jesús Mejía)