Mérida, Yucatán.- Cuando aquel viejo de 70 años, con los brazos cercenados, se fue escoltado por una patrulla de la policía, muy pocos sabían al lugar al que lo llevaban sobre la cama de una grúa.
El destino del árbol de ramón, ya con la mitad de su peso original por las ramas que le cortaron para poder sacarlo del suelo que lo vio crecer, era un lugar que puede llamarse un santuario de árboles en Mérida.
En ese lugar, el árbol fue replantado, pero sobre todo “curado” de sus heridas, ésas que le quedaron tras “luchar” contra la decena de hombres que demoraron unas 4 horas en sacarlo, ayudados por maquinaria pesada.
Como informamos, aquel día de finales de diciembre, el último árbol que fue arrancado de lo que hace un año era un terreno en desuso y que hoy ocupa el Centro Internacional de Congresos, en Mérida, opuso una resistencia que asombró incluso al encargado de rescatarlo.
En total, de ese terreno se sacaron 86 árboles, entre los que se cuenta a este viejo ramón que tenía unos 70 años en ese lugar, y que hoy se encuentra en etapa de recuperación, en un desarrollo inmobiliario de lujo, en el norte de la ciudad.
Ahí, el encargado del rescate de los árboles, Alfredo Basora, cuenta que en lo que hoy se llama comercialmente “La Nueva Mérida” se trasplantaron los más de 80 árboles que fueron sacados del terreno donde se construye el CIC.
La mayoría de los árboles sobrevivieron al traslado y al trasplante, y sólo 5 murieron en el intento por salvarlos.
Los del CIC no son los únicos árboles rescatados que viven ahí, en ese desarrollo, conocido también como Altozano, la nueva Mérida; en realidad, siete de cada 10 árboles no nacieron en el lugar, sino que fueron llevados como una forma de rescatarlos.
Eran, podría decirse, árboles destinado a morir…
Según Alfredo Basora, llevarse árboles ya “crecidos” resulta no sólo en un beneficio social, porque el árbol no se pierde, sino en un ahorro de costos: uno igual al viejo ramón que “arrancaron” del CIC en diciembre de 2017 puede costar hasta 70 mil pesos.
¿En qué lugares de Mérida rescatan los árboles?
Por eso, desde hace dos años, cuando inició la construcción del complejo habitacional, que se proyecta como una ciudad dentro de la ciudad, la propuesta fue rescatar árboles de otros lugares de Mérida. Incluso, los que estaban en las zonas donde ellos iban a construir, fueron reubicados.
En total, le salvaron la vida a 1,800 árboles en esa zona de la capital yucateca.
Como parte de estrategia para conservar fauna, la empresa ha buscado establecer con constructoras para llevarse árboles maduros de lugares en donde se cortan para poder edificar viviendas. En algunos casos, han logrado que el Gobierno también los deje apropiarse de árboles que de otro modo terminarían como composta.
Sin embargo, Alfredo Basora, agrónomo de profesión, aclara que su trabajo no es únicamente con grandes empresas o gobiernos, sino también con todas las personas que quieran donarles algún árbol que proyecten cortar porque les perjudica o simplemente porque ya no quieren tenerlo.
El agrónomo dice que en el megaproyecto inmobiliario las áreas verdes -con plantas y árboles en general- son parte importante del entorno, y que en muchos casos los “trazos” de los caminos se hicieron respetando la vida de árboles grandes.
Además, todo lo que se sacó -sean árboles, plantas, yerbas, pasto- para poder construir la zona residencial se reutilizó ya sea para cubrir otras áreas o bien para generar composta. Incluso, para poner un árbol en cada casa, en en el frente.
El desarrollo cuenta con un área de reciclaje en el que se almacena todo lo que puede reutilizarse, por lo que la basura que se generan es mínima, explica Alfredo Basora.
Así, la historia del último viejo árbol arrancado del Centro de Congresos, cuyo espacio fue utilizado para construir una rampa para discapacitados, tuvo una segunda parte con final feliz. Aun falta que se recupere; pero, a decir del agrónomo encargado del rescate, eso debe ocurrir en dos meses.
Asegura que en ese tiempo el árbol volverá a tener ramas que irán creciendo poco a poco; además de las “heridas” que le curaron junto al árbol hay un tubo por el que se le “inyectan” nutrientes a fin de que se recupere con más velocidad.
Por donde se le vea, el destino del árbol es mucho mejor porque está en un lugar rodeado por amplias zonas verdes, lagos (serán unos 17 en total, de donde se saca el agua para regarlos), en donde cada casa tiene un árbol -incluida su “ventana” para que pueda crecer- y donde hasta los caminos se trazan buscando no dañar a los más viejos.
Un lugar donde los parques tienen tantos árboles que cuando uno camina en sus veredas (hechas de cemento para no dañar las plantas) los árboles hacen sombra y “refrescan” el ambiente, donde la temperatura puede ser hasta 3 grados menos que en donde no hay árboles…
Para tomar en cuenta…
Si quieres deshacerte de un árbol ¡no lo cortes! Pide que lo rescaten al celular 999 148 2085.