“Hoy en día, nuestro sistema de inmigración no funciona, y todos lo saben.
Las familias que entran en nuestro país de la manera correcta y respetan las reglas
ven como otros las incumplen”
Barack Obama
Julian Santiesteban
Chetumal, Quitana Roo.- Más de cuatro mil ciudadanos cubanos llegarán a Belice en su esfuerzo por llegar a Estados Unidos, en caso de que ese país acepte el acuerdo propuesto por Costa Rica, y su internamiento a México es inminente por la frontera más descuidada, la de Quintana Roo con el país centroamericano; lo que representará apenas el inicio de una crisis migratoria que, como todas, será incontrolable.
Lo anterior no es un despropósito, si se considera que la frontera de México y Belice es el principal punto de internamiento de contrabando de mercancías ilegales como alcohol y tabaco, que generan anualmente pérdidas a las industrias nacionales por más de cinco mil millones de pesos, pero además de que por esta frontera de 119 kilómetros ya ingresan migrantes ilegales al país, tal y como han documentado diversos medios de comunicación nacionales de México.
Ahora bien, Costa Rica ha propuesto a Belice un acuerdo para que este país sirva como “puente aéreo” para los ciudadanos cubanos en su camino a Estados Unidos, considerando que Guatemala ya se negó a aceptar dicho acuerdo, lo que ha generado que miles de cubanos queden varados en países centroamericanos como Panamá, en donde se estima existen más de mil 500 personas, y Costa Rica, que tiene más de cuatro mil 600. No es el propósito prejuzgar sobre las acciones de los migrantes, pero es fundamental revisar su condición migratoria y para ello la vigilancia fronteriza debe existir, pero en el caso de la de México con Belice es bastante laxa.
Además, Nicaragua desde el 15 de noviembre pasado determinó también cerrar sus fronteras a los ciudadanos cubanos, por el peligro que representa la operación de bandas que trafican con personas; por lo que Costa Rica ha planteado el acuerdo a Belice, pero el peligro real es que no hay garantía alguna de que los cubanos que lleguen a Belice partan vía aérea a Estados Unidos, y considerando la poca vigilancia fronteriza, la crisis migratoria repercutirá directamente a México, país que por cierto nada ha dicho al respecto.
Y ese silencio es bastante “extraño”, porque el primero ministro de Belice, Dean Barrow, ya reveló a medios de su país y de Guatemala que, en caso de llegar los cubanos a su país, México deberá garantizar el paso de las personas a través de la frontera para que atraviesen el país para que lleguen a Estados Unidos; ante ello, el político centroamericano dijo no adelantará la respuesta a Costa Rica, en espera de la respuesta del gobierno mexicano; pero de nuevo ¿porqué el silencio en México?
“Según entendí, el acuerdo, si aceptamos, sería que vendrían por avión o en buses que costearía la Organización Internacional para las Migraciones. Además, que los mexicanos nos darían la seguridad o garantía de que (…) cuando lleguen a la frontera entrarían a México de manera oportuna con propósitos de tránsito a Estados Unidos”, declaró Barrow.
De acuerdo a las normas mexicanas, no se puede establecer un convenio directo con Costa Rica, porque los cubanos deben haber estado antes en un tercer país, por la llamada política de “pies sueltos”, establecida desde el sexenio de Vicente Fox Quesada, en la que se estableció que todo ciudadano cubano que llegue a México procedente de un tercer país, podrá transitar libremente por el país, en su camino a Estados Unidos; por eso Costa Rica espera que Belice acepte el acuerdo, pero los problemas en la frontera están apenas por comenzar. A ver cuándo se le ocurre al gobierno mexicano manifestarse al respecto, sobre todo considerando las políticas de la actual administración federal que, en papel, han buscado regular los flujos de migrantes centroamericanos, pero que en la realidad no ha logrado absolutamente nada.
Y DE OTRAS DESCOMPOSICIONES…
El proceso electoral avanza en Quintana Roo, la carrera por la gubernatura ha quedado en dos aspirantes: José Luis Toledo Medina y Carlos Joaquín González, ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI); aunque aun hay quien intenta sostener, en discurso y en medios, la existencia de más “gallos.” Pero la verdadera complicación no está en esa carrera de dos, sino en que hay quien apuesta a la descomposición y debilitamiento interno, intentando ser el “tercero en discordia”, pactando incluso con detractores de la actual administración y promocionándose desde esas trincheras, lo cual puede justificarse en la búsqueda del poder, pero no cuando se es parte del régimen. Cuidado, que los enemigos internos son los más peligrosos. Ya daremos detalles, pero los tomadores de decisiones ya identificaron esa “jugada.”
Por otra parte, con el triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) en la elección extraordinaria de Aguascalientes, realizada este domingo 6 de diciembre, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó también una diputación federal, pero plurinominal, en la Tercera Circunscripción, por lo que la cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez se prepara para ir por segunda vez a San Lázaro. Por cierto, esta situación la mete al tablero como la primera mujer que se puede sumar a los aspirantes a la gubernatura de Quintana Roo, si decide tomar protesta y solicitar licencia, casi al mismo tiempo. Las posibilidades de triunfo ya son otra cosa, pero “ruido”, pues ese sí habría.
Por último, en los siguientes días serán designados los magistrados electorales de Quintana Roo. Sin sorpresas, Víctor Vivas Vivas se apresta para ser reelecto como presidente del organismo, el único que repetiría en el cargo, pues Carlos Lima Carvajal y Gabriela Lima Laurents serían también designados, en lugar de los actuales magistrados José Carlos Cortés Mugártegui y Sandra Molina Bermúdez.
COLOFÓN
Así, mientras la administración del presidente Enrique Peña Nieto inicia su cuarto año de gestión y la economía nacional no tiene visos de mejora, en la frontera de México con Belice se gesta una crisis que, de no atenderse a tiempo y con atingencia, generará enormes problemas a todo el sureste mexicano; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.