Chetumal, Quintana Roo.- La batalla jurídica y política de productores mayas en contra de la siembra de cultivos transgénicos se trasladó a Quintana Roo.

Luego de la experiencia favorable de agrupaciones en Yucatán y Campeche con respecto a ese tipo de prácticas, el Colectivo de Semillas Much’ Kanan I’inaj, del municipio de Bacalar, difundió hoy el curso de un amparo en el mismo sentido.

El recurso, de indígenas, campesinos, apicultores y ejidatarios, busca revertir el permiso para la liberación comercial de 253 mil 500 hectáreas de soya genéticamente modificada.

Se trata de la autorización que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)

Sagarpa otorgó a Monsanto Comercial, S.A. de C.V, en la solicitud número 007/2012, evento MON-04032-6 para siete estados de la república entre los que se encuentra Quintana Roo.

José Manuel Jesús Puc, uno de los demandantes, manifestó que el paquete tecnológico involucrado en la soya transgénica, y en general el sistema de producción a base de agroquímicos, pone en peligro su forma de vida y el territorio en el que ellos viven.

En conferencia de prensa, expuso que su derecho constitucional como pueblo indígena a la libre determinación fue violado ya que no se llevó a cabo la consulta previa, libre e informada.

Refirió que la ONU ha catalogado al glifosato –herbicida asociado al cultivo de la soya transgénica– como “probable cancerígeno” en nivel cuatro de cinco de letalidad.

Ante declaraciones del delegado de la Sagarpa en Quintana Roo, César Armando Rosales Cancino, el 6 de noviembre, en el sentido de que “en la entidad no existe liberación alguna de organismos genéticamente modificados, ni siquiera en su fase experimental”, emplazó a aclarar el hallazgo del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), sede Chetumal, ya que contradice esta versión.

Los promoventes sostienen que la autorización de Sagarpa es ilegal debido a que el Instituto Nacional de Ecología (INE, ahora INECC), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) negaron en sus respectivos dictámenes el visto bueno al tema, por lo que nunca debió otorgarse ya que sus opiniones eran vinculantes.

Por su parte, Gerardo Tallavas Gascón, quien representa legalmente a los demandantes, informó que el amparo se interpuso el 22 de octubre de 2014 y que después de varios vaivenes entre Cancún y Chetumal para decidir qué Juzgado debía llevar proceso, finalmente se determinó que el juicio se llevara a cabo en el Juzgado Sexto de Distrito de Quintana Roo, en Chetumal, cuyo titular es el juez Reynaldo Piñón Rangel.

A la fecha, mencionó, el proceso está en su fase terminal y a la espera de sentencia ya que el expediente se encuentra totalmente integrado.

A su vez, el doctor Rogel Villanueva Gutiérrez, investigador del Ecosur Chetumal, reveló resultados de un estudio efectuado durante el mes de octubre de 2015 en los plantíos de soya de los ejidos de Salamanca y Blanca Flor en el municipio de Bacalar en Quintana Roo.

En esos sitios llevó a cabo recolección y análisis de muestras de semilla con el fin de determinar si se trataba de soya transgénica.

El análisis arrojó que de las 29 muestras tomadas de Blanca Flor ninguna resultó positiva, lo que significa que ninguna planta de todas las muestreadas fue transgénica; y de las 18 muestras tomadas en Salamanca ocho resultaron positivas, esto es, ocho de las plantas muestreadas eran de soya transgénica.

Feliciano Ucán Poot, representante del Colectivo Apícola Chenero de Campeche y uno de los firmantes de los amparos ganados el 4 de noviembre de este año en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) planteó su experiencia.

Comentó que es importante que el juez del caso radicado en Chetumal, atienda lo que ha ocurrido en los otros dos estados de vecinos, Campeche y Yucatán, en donde la SCJN dio razón a los mayas, concediendo amparo de la justicia federal.

Con ello, se dejó sin efecto legal alguno el permiso otorgado a Monsanto en tanto no se realice la consulta previa, libre e informada a la que tienen derecho.

Juan Bautista Yeh Teh, integrante del colectivo de semillas y demandante del amparo de Quintana Roo, exigió que se tome en cuenta a los mayas, ya que tienen una forma de vida que ha permitido la conservación de su territorio y su medio ambiente.

(Colectivo MA OGM)