Este es el primer estudio que demuestra el valor de analizar una parte de la glándula submaxilar para diagnosticar a una persona viva que padece la enfermedad de Parkinson en etapa temprana: Charles Adler, neurólogo de Mayo Clinic.

Científicos estudian la posibilidad de detectar de forma temprana el Parkinson, bajo el procedimiento de biopsia transcutánea de la glándula submaxilar, el cual puede obtener la exactitud necesaria para diagnosticar la afección.

La investigación la llevan a cabo especialistas de Mayo Clinic y del Instituto Banner Sun, la cual se publicó en la revista oficial de la Sociedad Internacional de la Enfermedad de Parkinson y de los Trastornos del Movimiento, Movement Disorders.

El proceso consiste en introducir una aguja en la glándula submaxilar, para obtener el centro del tejido glandular, después se saca una proteína de las células de los enfermos de Parkinson en etapa temprana y se coteja con sujetos sanos.

“Este es el primer estudio que demuestra el valor de analizar una parte de la glándula submaxilar para diagnosticar a una persona viva que padece la enfermedad de Parkinson en etapa temprana”, explicó el neurólogo de Mayo Clinic, Charles Adler.

En un comunicado emitido por Mayo Clinic, el especialista refirió que el hecho de diagnosticar mejor a los pacientes vivos representa un gran paso adelante en el esfuerzo por entender y tratar mejor a los pacientes con este mal.

El estudio se realizó en 25 pacientes con menos de 5 años con la enfermedad y en 10 sanos, y las biopsias se obtuvieron de la glándula submaxilar bajo el procedimiento ambulatorio, al tiempo que se examinó el resultado del tejido mediante la búsqueda de la proteína del Parkinson.

“Este procedimiento permitirá diagnosticar con mucha más exactitud la enfermedad de Parkinson de lo que ahora es posible. Una de las posibles repercusiones más importantes de este resultado se observará en los ensayos clínicos”, destacó Adler.

No obstante, manifestó que en la actualidad algunos pacientes que participan en ensayos clínicos para la enfermedad de Parkinson no necesariamente padecen esa afección, lo que presenta un gran impedimento para probar nuevas terapias.

(Notimex)