Mérida, Yucatán.- El análisis de los temas de voluntad anticipada y cuidados paliativos comenzó hoy en el Congreso de Yucatán, con miras a legislar en la materia.
Especialistas en el ramo dieron puntos de vista que servirán para mejorar y enriquecer las iniciativas presentadas por el PRD y el PAN, sucesivamente.
A convocatoria de la Comisión Permanente de Salud y Seguridad Social, los expertos abordaron la pertinencia médica, el marco ético y el entramado jurídico del asunto.
Los doctores Eduardo Espinosa Macín, Víctor Pinto Brito y Gumersindo Vázquez Castillo, coordinador de Campos Clínicos de la Universidad Anáhuac Mayab y maestro en Bioética, y presidentes de la Asociación de Médicos Católicos de Yucatán y miembro de la Red Pro Yucatán, y de los comités de Bioética clínica del IMSS, respectivamente, fueron los invitados, además del abogado Marcos Vera Badías.
La iniciativa del PRD se denomina “Ley de Voluntad Anticipada para el Estado de Yucatán” y la del PAN “Ley de Voluntad Anticipada y Cuidados Paliativos del Estado de Yucatán”.
Según sus promotores, se trata de proteger y dignificar al paciente terminal en el sentido del sufrimiento, para que éste establezca su decisión de evitar un desgastante proceso terapéutico cuando no hay esperanza de vida.
Celia Rivas Rodríguez, presidenta de la Junta de Gobierno y Concertación Política, reconoció en torno al mismo se generan dudas y opiniones encontradas.
“Refrendamos que con estas iniciativas se busca cuidar también a las familias, la unidad familiar que se ve amenazada cuando se está ante el estado terminal de un paciente. Se busca evitar la división familiar por no llegar a un acuerdo en momentos de difícil decisión”, aclaró.
Manuel Díaz Suárez (PAN), presidente de la Comisión, indicó que la legislación específica vendría a cubrir una necesitad tanto en el ámbito médico como en el familiar.
Espinosa y Macín comentó que entre 10 y 12 estados del país ya han legislado al respecto.
“La esperanza de vida en México ha aumentado gracias a la tecnología y esto trae consigo que ciertas enfermedades que podrían ser dolorosas como el cáncer, puedan ser tratadas y prolongadas, alargando también el sufrimiento del paciente”, agregó.
Pinto Brito ponderó que se evite el encarnizamiento terapéutico u obstinación terapéutica, que en muchas ocasiones se da en los pacientes terminales y en él se llevan una serie de medidas que no van a curar al paciente sino a prologar su sufrimiento.
Vázquez Castillo subrayó que se contemple la dignificación y el respeto al ser humano y a su vida.
“Esta reglamentación pone un orden a la voluntad del ser humano por sí mismo y para no dejársela a un tercero”.
Vera Badías precisó que las propuestas no tienen tinte eutanásico sino que responden a la ortotanasia o muerte digna.
“Por lo que no se trata de una intervención externa para terminar con la vida, sino únicamente un proceso en el que no se aplicarán procesos médicos exagerados, obstinados o agresivos que prolonguen el sufrimiento de un paciente en fase terminal”.
En caso de que al paciente no le dé el tiempo para registrar su documento, un representante de la familia podría también manifestar este deseo, expresado previamente, mediante un formato que proporcionarían los Servicios de Salud de Yucatán.
Estos instrumentos legales o jurídicos de la voluntad anticipada, sólo entrarían en función cuando se declare por médico certificado el estado terminal o desahuciado.
David Abelardo Barrera Zavala (PRD) indicó que el objetivo es que los ciudadanos puedan dejar manifiesta su voluntad, en cuanto a los tratamiento que quieran y puedan recibir ante un estado terminal.
Josué David Camargo Gamboa (PAN) resaltó las similitudes entre su propuesta y la del perredista, y destacó que se trata de la creación de un instrumento jurídico que será opcional.