Mérida, Yucatán.- Con un cortometraje titulado “Arthur” referente a los efectos del Alzheimer en un paciente y su núcleo familiar, una historia de hondo contenido humano, el productor y director yucateco Carlos Reyes conmovió a distribuidores y espectadores del Festival de Cannes, Francia.
“No gané nada, tuve observaciones, pero al final distribuidores reconocieron el trabajo, la producción, la fotografía y el argumento y me ofrecieron canales de exhibición futuras, lo cual es un logro para un mexicano en Cannes”, dijo el joven cineasta respecto de su experiencia en el reconocido festival efectuado del 16 al 21 de mayo pasado.
El cortometraje de 15 minutos resultó seleccionado junto con “Diente de leche” de Mario Galván por la FICMY LAB para ser registrada en el Festival de Cannes, donde fue exhibida como parte de la categoría “Short Film Corner” ante cerca de 45 personas entre cineastas y distribuidores de diversas partes del mundo, indicó.
El cortometraje será llevado a los festivales de cine de Morelia y Guadalajara de este año, dijo el director del filme, cuya experiencia, dijo, buscará aprovechar para producir otras películas que puedan ser rentables mediante canalex de distribución y exhibición en México y otros países.
Basado en la experiencia real de un familiar cercano que padece Alzheimer, Carlos Reyes logró reunir un equipo de 15 personas, entre ellas, tres actores, Orlando Núñez, Miguel Fritz y Laura Alayala, para representar una historia en la perspectiva del paciente, la importancia de la amistad y su relación con el entorno.
“El persona principal (el acto cubano Orlando Núñez) sólo interpreta dos palabras y el resto del lenguaje es visual”, puntualizó Carlos Reyes, vecino de Progreso, quien abordó el tema con el objetivo de despertar conciencia sobre el padecimiento que es de origen múltiple, relacionado con la alimentación y el estilo de vida.
Carlos Reyes destacó el talento y capacidad de los que intervinieron en la producción del cortometraje, entre ellos Harry Sunsa como asistente de dirección; Juan Carlos Santillán en la fotografía; Rodolfo Menchaca en arte y caracterización y en el staff a Efraín Aké, José Yama y Fecrety Ventura.
También participaron Roberto Delgado, Ñaño Sánchez en la grúa; la traductora Lina Vega y en el audio Grisel Chan. La producción fue de Studio Free Films y llevó más de dos semanas con dos días completos de edición, rememoró Carlos Reyes luego de utilizar diversas locaciones en Yucatán.
Reyes utilizó una cámara de cine digital Sony F55 y una grúa Gimmy Gib de 12 metros para los planos y perspectivas del personaje y las locaciones, entre ellas la Universidad Modelo con 140 estudiantes, el malecón de Progreso y una casa costera. El actor contó con la asesoría de un especialista para encarnar al personaje de la historia.
De esta manera, Carlos Reyes no fungió sólo como espectador o asistente al Festival de Cannes, la Meca del cine a nivel mundial, sino como participante con un cortometraje que le abrió las puertas con distribuidores y amplió las expectativas para el cine mexicano.
Más de 20 mil cortometrajes en todo el mundo fueron puestos a disposición para el conocido festival cinematográfico de la Riviera francesa, peso sólo unos 200 fueron incluidos en la proyección, entre ellas la producción del yucateco.
(Jesús Mejía)