Mérida, Yucatán.- Si usted tiene más de 40 años, seguramente aún mantiene en posesión algunos de esos casetes y un tocacintas portátil o walkman que dieron fin al acetato o disco de vinílica y causaron furor entre los amantes de la música a partir de la década de los ochenta.
Precisamente en este mes los enterados en el mundo de las tecnologías recuerdan la aparición el uno de julio de 1979 el lanzamiento del walkman, una forma de reproducción portátil de casetes con audífonos, de los que se vendieron más de 400 millones de unidades en todo el mundo.
Aun cuando apareció el discman en 1995, el walkman siguió siendo el preferido de no sólo de los melómanos, sino de todos los consumidores de otros productos como los llamados “audiolibros”, “los sonidos de la naturaleza” o sus propias grabaciones magnetofónicas.
Quienes poseen todavía un Walkman han sido testigos del vertiginoso desarrollo de la tecnología con la sustitución paulatina de los casetes por los discos compactos, el discman, el MP3, las tarjetas de memoria, la app y el streaming online.
De acuerdo con datos de Verge, en 1984 apareció el discman o reproductor del cd o disco compacto que después, en una versión diferente de 1999 lo cambió por el nombre de CD-Walkman. Antes, en 1992 la Sony introdujo el Walkman MZ-1 mejor conocido como el minidisc o minidisco.
En 2003 apareció en el mercado un Walkman con memoria a través de un memory card con capacidad de 256 MB capaz de expandirse. Al año siguiente irrumpió otro dispositivo capaz de albergar 20 GB de memoria con capacidad para escuchar 30 horas de música continua y que compitió con el Ipod.
El MP3 tuvo su auge en 2005 inspirado en una botella de perfume con capacidad de 512 MB, una muestra del desarrollo vertiginoso de estas tecnologías, alcanzado desde 1979 a la fecha. Hace 37 años era impensable acumular música en un dispositivo del tamaño de un granito de arroz.
(Jesús Mejía)