Por María del Mar Boeta

Don Manuel Poot Moo sonríe orgulloso mientras coloca las hamacas en la mesa, procurando que estén ordenadas. Voltea a ver los hipiles que crearon las manos de su esposa, hijos y las suyas propias.

“Ahora traigo hipiles de hilo contado, ternos, hamacas. Toda mi familia trabaja en esto desde hace 15 años”, añade resaltando el colorido de las prendas típicas yucatecas, especialmente el de gala para la vaquería.

Don Manuel decidió que su negocio “Artesanías Ana” nuevamente formara parte de la Feria de Tunich 2016, que se inauguró este fin de semana y hasta domingo 7 de agosto. Desde hace 15 años la comisaría de Dzityá recibe a artesanos de diferentes estados de México e incluso países para unirse en esta celebración que honra el trabajo hecho a mano representativo de una identidad.

Poot Moo es oriundo de Teabo y ya cumplió 10 años formando parte de este evento, en el que asegura le ha ido muy bien. “No regreso, me quedo a dormir en Dzityá para levantar y quitar el puesto”, cuenta.

“Aprendí el bordado y urdido de hamacas a los 11 años y ahora tengo 68 años, mis nietos están aprendiendo para seguir con la tradición. Vendo muy bien acá, principalmente los hipiles de hilo contado a personas de Yucatán, Quintana Roo y a veces extranjeros, de todos lados me compran”, agrega el propietario de “Artesanías Ana”.

artesano_tunichLos precios de las prendas van de $1,800 a $10,000 y todas son elaboradas a mano.
En la nueva edición de la Feria de Tunich 2016 también se unieron Michoacán, Veracruz, Puebla, Querétaro y Guanajuato, cada uno con productos que cuenta su propia historia. El matrimonio formado por Rosa González y Leonardo Santiago, oriundos del municipio de Corregidora, Querétaro, regresan por segunda ocasión a este evento por la experiencia positiva que tuvieron. Santiago fabrica figuras de cerámica, yeso y barro, las cuales llaman la atención por representar animales, máscaras, pirámides, calaveras. “Me dedico a esta actividad desde hace 40 años. Inicié cuando tenía 17 años, aprendí las técnicas para el adecuado manejo de los materiales en una fábrica”, relata. “La cerámica va horneada y el yeso no, el barro va horneado”, añade su esposa.

El puesto de Doña Rosa y Don Leonardo tiene la particularidad de que el visitante puede darle el color que desee a la figura. “Nosotros les damos la pintura y prestamos el pincel, les damos consejos. Ahora traemos muchas figuras para los niños pero también se acercan adultos a participar”.

artesano_t“Estamos arrancando y hemos vendido muy poquito pero aún falta una semana más. Ya recibimos la invitación para volver aunque aún no sabemos si seremos nosotros ya que somos un grupo grande que representa a Querétaro y hay que darle la oportunidad a otros”, finalizan.

Desde antes de las 10 de la mañana los artesanos preparan sus espacios, colocan sus productos e invitan a los paseantes a conocer las bolsas, artesanía en cantera, collares, hamacas, artículos decorativos, cuadros, vestidos… Algunos están creando nuevas piezas al mismo momento que atienden a los futuros clientes, o se van turnando para poder desayunar, almorzar o cenar en los puestos de comida dispuestos alrededor de la feria. Los hijos y nietos también están presentes en el negocio de sus padres y según nos cuentan, no lo ven como obligación sino como algo que “hace su familia”.

La Feria de Tunich 2016 abre de 10 de la mañana a 10 de la noche e incluye presentaciones musicales, cómicas, noches de serenata, juegos mecánicos y shows infantiles, entre otros eventos.

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