Mérida, Yucatán.- Después de más de dos años de exigir que sea el propio pueblo de Kimbilá quien decida dónde construir el mercado, después de enfrentar el hostigamiento de dos administraciones municipales, incluyendo golpes y amenazas; después de realizar una auntoconsulta que no fue respetada por el entonces Presidente Municipal de Izamal, Fermín Sosa; después de agresiones en contra integrantes del equipo de derechos humanos Indignación que acompaña a quienes exigen el derecho del pueblo a decidir; después de amparos y movilizaciones del pueblo, una autoridad federal ordenó al Alcalde de Izamal demoler la construcción que se hizo sin consultar y poniendo en riesgo un edificio histórico, en este caso el templo de la Iglesia católica, dedicada a Santa Clara.

La orden de demolición representa un enorme triunfo del pueblo de Kimbilá, que acudió a todas las instancias posibles para defender el derecho del pueblo a decidir las obras de la propia comunidad y para defender su patrimonio histórico. Desde 2013 se logró mediante amparo detener la construcción que había iniciado el alcalde a pesar de la manifiesta oposición y de la petición de que se hiciera una consulta y se reubicara el mercado. La obra quedó inconclusa desde entonces hasta ahora que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le ha dado al alcalde 60 días para demoler lo construido.

En estos más de dos años se hizo evidente el autoritarismo de la Presidencia Municipal de Izamal tanto como la determinación de Kimbilá de reivindicar su derecho a la consulta.

La alcaldía de Izamal ignoró los resultados de la consulta que el pueblo realizó en mayo de 2014, en la que participaron 261 personas, de las cuales 235 opinaron que el mercado debía reubicarse. Estos resultado se pegaron en las paredes de la Comisaría Municipal y se hicieron llegar al entonces alcalde Fermín Sosa.

En junio de 2014, después de que la gente de Kimbilá encontró un pozo que podría ser prehispánico en las inmediaciones de la construcción del nuevo mercado y cuando se encontraban documentando dicho descubrimiento, personas de Kimbilá e integrantes del equipo Indignación fueron agredidos por personas cercanas a la alcaldía de Izamal.

En mayo de 2015 hubo nueva agresión contra integrantes del equipo Indignación, cuyo vehículo fue prácticamente embestido por una camioneta manejada por el secretario de la comuna, Marcos Pech, cuando se encontraban en Kimbilá documentando el desacato del Alcalde a la suspensión de las obras del mercado, decretada por el INAH.

Ambas agresiones permanecen impunes.

No es primera vez que Kimbilá logra que se respete su derecho como pueblo. Hace 8 años logró que se respete su derecho a elegir autoridades, cuando la comuna de Izamal intentó descalificar a quien había ganado las elecciones para Comisaria, que era precisamente una mujer, e intentó imponer a quien quedó en segundo lugar. Con presiones y maniobras autoritarias, el entonces gobierno de Yucatán hizo renunciar a la mujer que había ganado las elecciones.

Entonces el pueblo reivindicó su derecho a ser ellos mismos quienes eligiera a su autoridad y después de meses de movilizaciones, el pueblo de Kimbilá logró que se realicen nuevas elecciones. Eligieron a una mujer.

El equipo Indignación reconoce y celebra este triunfo del pueblo de Kimbilá y exige a las autoridades de todo el Estado respeto pleno a los derechos del pueblo maya.

(Comunicado)