Mérida, Yucatán.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) impuso esta noche orden y disciplina, evitó sobresaltos en sus filas, contuvo a los aspirantes a gobernar el estado en el 2018 y dejó que Carlos Sobrino Argáez protestara como nuevo dirigente estatal.

El pleno del Consejo Político del partido en el poder sesionó de manera extraordinaria para dar validez a la solicitud de Carlos Sobrino Argáez como nuevo dirigente estatal del tricolor, quien rindió protesta ante la delegada del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, Rocío García Olmedo.

Ni el maestro de ceremonias ni la presidenta del consejo político del partido, diputada Marisol Sotelo, mencionaron los nombres de reconocidos priistas presentes en el acto y que han sido mencionados en los medios políticos como posibles sucesores del actual mandatario estatal. Se evitó el “aplausómetro” y se mantuvo la calma.

Ante el gobernador del estado, Rolando Zapata Bello, citado en los altavoces como “el primer priista del estado”, diputados federales y locales, representantes de las organizaciones adheridas al partido y comités de base vecinales que ocuparon en su totalidad el gimnasio de la Inalámbrica, el nuevo líder del tricolor llamó a la unidad y al diálogo directo con los ciudadanos.

Expuso que para perfilar al PRI como un partido ganador, ejercerá labor de comunicación permanente y directa con las bases en las colonias, comisarías, parques públicos y casa, además de que fungirá labor de contraloría social del trabajo de las priistas para “vigilar que las cosas se hagan bien”.

“Si un gobernante, un funcionario o un legislador surgido del PRI no hace bien su trabajo, el gran perdedor es el partido y sus militantes. Con el buen nombre y con los logros del PRI, no se juega ni se improvisa”, advirtió Carlos Sobrino Argáez, quien dirigirá los destinos de su partido de cara a las elecciones de 2018.

Sobrino Argáez llamó a los priistas reunidos a “regresar a ese espíritu de partido idealista, revolucionario y transformador, porque hoy inicia un ciclo que nos llevará a una cita histórica en el 2018”.

“Si hace falta una plataforma de gobierno, un plan de gobierno, una estrategia de movilización, hay que preguntarle al joven, al ama de casa, al trabajador, al representante del partido en cada comunidad”, indicó en la lectura de su discurso de 13 cuartillas.

Como único orador en el multitudinario acto, expuso que el PRI yucateco debe ser un partido en movimiento permanente, “un partido cuya mejor oficina sea la reunión en cada barrio y colonia, el diálogo en cada foro, el escuchar la voz del más modesto de los militantes y simpatizantes”.

Habló lo que es herencia de su padre Carlos Sobrino, en cuanto impulsor de la organización territorial en el partido. “Sí, urge regresar al territorio, a la militancia, a los cuadros de base”, dijo.

Habló de la necesidad de mantener el PRI “en unidad efectiva y disciplinada cuando el momento lo exige. Unidad que no congela o limita aspiraciones, sino que nos da cauce común y se convierte en unidad de acción. Una unidad de acción donde reside nuestra verdadera fortaleza y vocación de futuro”.

Terminado el acto, tanto el gobernador Rolando Zapata como el nuevo dirigente estatal del PRI se mantuvieron en contacto con las bases, con la gente reunida para la ocasión, como si estuvieran en plena campaña política, en un largo recorrido de abrazos, fotos, selfies y peticiones de gente humilde que nunca faltan.

(Jesús Mejía)