Mérida, Yucatán.- Los 13 Módulos Especializados en Atención de la Violencia Familiar, Sexual y Contra las Mujeres de todo el estado de Yucatán recibieron durante el año pasado 913 pacientes víctimas de agresiones físicas y de abuso sexual, lo que representó en promedio más de un caso al día durante 2016.

La jefa del Departamento de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género de la Secretaría de Salud, Geny Beatriz Sánchez Fernández, reveló lo anterior, apenas la punta de una madeja de la violencia intrafamiliar, que se ha convertido para las autoridades, afirmó, en un problema de salud pública.

Planteó que dichos módulos instalados en los municipios de Tizimín, Umán, Tocul, Progreso, Tekax, Kanasín, Peto, Valladolid y Mérida brindaron el año pasado atención psicológica, asistencia médica general y de trabajo social a casi 37 mil personas, la mayoría mujeres afectadas por diferentes tipos de agresiones.

En otras palabras, poco más de un centenar de personas al día en el estado, sobre todo mujeres y niños, recibió durante 2016 algún tipo de atención personalizada como producto de la violencia intrafamiliar, ya sea psicológica – la más frecuente-, económica, física y sexual, en las unidades de atención médica de primero y segundo nivel donde se encuentran instalados dichos módulos.

La especialista expuso este sombrío panorama sobre la situación de la violencia hacia el género femenino que prevalece en el estado, que ha obligado a las autoridades del sector Salud, junto con las organizaciones sociales de ayuda, a brindar ayuda integral a las víctimas y al mismo tiempo poner en marcha medidas preventivas.

En entrevista, la especialista del Sector Salud de Yucatán aseveró que en Yucatán las cifras son coincidentes con los parámetros de la violencia contra la mujer: la mayoría, en un 43 por ciento de los casos, es de tipo psicológico (amenazas, intimidaciones, agresiones verbales, trato ofensivo y discriminatorio).

Un 24 por ciento de los casos son de violencia económica (no reciben el sustento, o es muy escaso, dilaciones en los pagos de manutención), un 14 por ciento son por agresiones físicas ya sea con puños y armas punzo contundentes y un siete por ciento se trata de abusos sexuales.

Geny Beatriz Sánchez Fernández expuso que el principal problema radica en la inexistencia de valores y la reproducción de patrones de conducta machistas, que proyectan una presunta superioridad del hombre y “naturaliza” o hacer parecer normal las condiciones de maltrato a la mujer.

Expuso la gravedad del problema tanto la violencia física como la psicológica, sobre todo en ésta última, ya que da lugar a situaciones de depresión, desesperación, al síndrome de la mujer maltratada, y los suicidios.

Recalcó la importancia de difundir valores en todas las esferas de la vida familiar y social, sobre todo los de respeto a las diferencias de género, tolerancia, y reparto equitativo de las tareas domésticas entre varones y mujeres, y transmitirlos a los hijos.

Es necesario desterrar la idea de que las mujeres son sumisas o “prefieren” estar en condición de violencia. “La mujer que está en esa situación vive momentos complicados por su situación de dependencia económica, los hijos, la falta de alternativas para su desarrollo”, puntualizó.

(Jesús Mejía)