Mérida, Yucatán.- Con un llamado a los padres de familia a fomentar el sentido crítico en sus hijos, estudiantes de la Universidad del Sur anunciaron una producción escénica para exhibir y cuestionar los personajes de Disney.
“Por su negativa influencia en la población infantil”, argumentaron.
A partir del libro de literatura política “Para leer al Pato Donald”, de Ariel Dorfman y Armand Mattelart –editado en 1976–, los alumnos organizaron un performance para criticar tanto la naturaleza de los personajes como los mensajes que transmiten titulado “A prueba de Disneyland”.
A presentarse en el auditorio del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Radio y Televisión (calle 51 por Circuito Colonias, Oriente Ávila Camacho), el 29 de agosto a las 19:00 horas, la producción buscará cuestionar la ausencia de la figura materna en la relaciones de personajes de Donald con sus sobrinos y de Tribilín y su hijo Goofy y de Pinocho.
“Hay un desabastecimiento de los progenitores, no hay padres o madres, solo tíos, abuelos, primos y toda clase de parientes que son manejados al antojo de Disney.
“Esta falta de padres hace que, en el caso de Donald y sus sobrinos, la autoridad ejercida por el tío sea arbitraria surgida de una especie de contrato, y no basada en la sangre”, se indica en el texto de Dorfman-Mattelart.
A partir de este planteamiento, los estudiantes del tercer cuatrimestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Sur, Karen Alfaro, Martha Patricia Mérida y José Alejandro Cuevas trabajan en los contenidos y la producción con escenografía y vestuario para llevar este mensaje crítico.
En la producción, al cual está invitado todo tipo de público, los universitarios también criticarán los súper-poderes de Aladino, escenas del Rey León y de Frozen, entre otros, que forman parte de la filmografía de la empresa Disney junto con Pixar.
Además, aludieron al “complejo de Cenicienta” que promueve una imagen pasiva de la mujer que sólo será feliz si llega el príncipe y se casa con él, lo que es típico igual en Blanca Nieves, La Bella Durmiente y La Bella y la Bestia, aunque indicaron que esta idea no estará incluida en el performance.
De acuerdo con el texto de Dorfman, “la mujer ocupa un rol de humilde servidora subordinada al hombre, y reina de belleza siempre cortejada.
El único poder que se le permite es el de la seducción en forma de coquetería, con un papel doméstico y pasivo. Puede ser la doncella ama de casa o la bruja o madrastra perversa”.
Mediante rifas y patrocinios, el grupo de estudiantes busca allegarse recursos para producir el performance, cuyo costo de ingreso es de 25 pesos.
(Jesús Mejía)