Mérida, Yucatán.- Un estudio y consulta en línea realizado entre unos dos mil 70 estudiantes de preparatoria y de educación superior en los tres estados de la Península de Yucatán reflejó que persiste el acoso y hostigamiento sexual, sobre todo en perjuicio de las mujeres.

Durante el V Coloquio de Ciencias Sociales, la investigadora Nancy Evia Almilla, de la Facultad de Psicología de la UADY, presentó su estudio “Acoso y hostigamiento escolar: un análisis de los protocolos en universidades”, realizado a partir de una encuesta aplicada a estudiantes que arrojó datos como diagnóstico del problema.

En piropos, comentarios o frases de carácter sexual que molesten u ofendan, el 16 por ciento dijo haber sido afectado, del cual 11.8 (133) fueron mujeres y 4.6 (40) hombres; en “miradas morbosas o gestos sugestivos que incomoden”, el 27 por ciento de mujeres dijeron ser receptoras de ese tipo de acosos y 9.3 por ciento varones.

En cuanto a cartas, llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes en redes sociales y teléfonos celulares, de naturaleza sexual no deseada, 14.6 por ciento de los consultados dijo haber sido víctima, del cual, 7.2 fueron mujeres las agredidas y 7.4 hombres.

Mencionó que el hostigamiento y el acoso sexual en una universidad afecta gravemente a la persona que lo padece, en sus relaciones personales, su salud y su desempeño escolar.

En ese sentido, expuso que las instituciones educativas pueden ocupar un lugar crucial en prevenir la violencia de género, pero al mismo tiempo en generarla, enfrentándose a un doble desafío: reducir la violencia de género en el contexto escolar y propiciar la no violencia en las familias y comunidades.

El cuestionario fue aplicado vía internet a estudiantes a diversas preparatorias e instituciones de educación superior en Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

En el caso particular de la Universidad Autónoma de Yucatán, indicó que las diversas regulaciones no previenen y mucho menos sancionan el acoso y hostigamiento sexual, y citó la Ley Orgánica, Estatuto de la UADY, el Reglamento del Personal Académico, contratos colectivos de trabajo y reglamentos internos de escuelas y facultades.

“No existen disposiciones expresas sobre el procedimiento y las sanciones a aplicar en el supuesto del acoso y hostigamiento sexual, únicamente aborda cuestiones de índole académica”, indicó en su exposición la investigadora, quien propuso la creación de protocolos internos que prevean y sancionen ese tipo de conductas.

Al final de su presentación, reconoció la complejidad del problema y su solución, sobre todo en la vertiente jurídica.

(Jesús Mejía)