Mérida, Yucatán.- La falta de recursos no sólo ha frenado el rescate de los 100 sitios arqueológicos con potencial turístico en Yucatán, sino que ha bloqueado también el ingreso de divisas al país y el beneficio para comunidades mayas de la entidad, advierte el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio.
Director del Centro INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) Yucatán, por casi una década, el investigador advierte que ha faltado visión en los políticos, quienes prácticamente han abandonado los trabajos para el rescate arqueológico.
En ese sentido, dijo que hace ya varios años que en Yucatán no se habla de un rescate completo como, por ejemplo, Ek Balam, que antes de su restauración tenía de dos a tres visitantes por día y hoy es la tercera zona más visitada del Estado, detrás de Chichén Itzá y Uxmal.
Explicó que desde que Ek Balam se rescató totalmente y se abrió como sitio turístico han proliferado negocios de hospedaje, hay un parador turístico, llegan visitas a los cenotes, y, por ende, hay desarrollo y beneficio para la comunidad.
Si bien reconoció que se vive un panorama difícil por la falta de recursos, en general, en todas las instituciones, más ahora, con el rescate que se requiere por los daños generados por los sismos recientes, dijo que se carece de visión porque el rescate del patrimonio trae beneficios económicos.
“Si se invirtiera más en investigación y conservación tendríamos más áreas visitables, más atractivos y descubrimientos y eso incidiría en la economía del Estado”, insistió.
Citó que, de 1988 a 2000, cuando fue director del Centro INAH, mantuvieron 12 proyectos arqueológicos al mismo tiempo, porque “combinaron” recursos de diferentes fuentes: Gobierno del Estado, INAH, y de fuentes internacionales y con eso se logró lo de Ek Balam.
También habló de Xcambó, una zona arqueológica pegada a la costa, que está rescatada casi al 90 por ciento, pero que al salir él de la dirección del INAH Yucatán dejó de recibir recursos económicos y se quedó a medias. Mencionó que Kulubá, otra zona arqueológica maya, cercana a Tizimín prácticamente está olvidada.
Ambos sitios estaban dentro de la visión que, según Barrera Rubio, se tenía para conectar al turismo de playa, proveniente de Cancún, para visitar otras zonas además de Chichén Itzá, pero que, por falta de recurso, nunca se consolidó.
Refirió que hay sitios como Isla Cerritos -considerado un “puerto” de los mayas- o El Cuyo, donde hay vestigios que aún no se rescatan y que tienen potencial, aunque en este último caso aclaró que la estructuras mayas se encuentra debajo del actual asentamiento humano.
Aseguró que Yucatán tiene más de tres mil sitios arqueológicos y que por lo menos 100 tienen potencial como atractivos turísticos; en ese sentido, lamentó que sólo 15 de esos sitios -una cantidad “ínfima”- estén generando recursos para la entidad.
El investigador aseguró que en sus más de 37 años de investigador ningún político se ha acercado a él para preguntarle por el trabajo de rescate de zonas que, si se realiza, puede generar recursos para la entidad. “Todo se hace desde del escritorio”, apuntó.
(EVM)