Mérida, Yucatán.- Los precios de la electricidad bajarán en 2018, para los hogares yucatecos por la competencia entre empresas y por las llamadas energías limpias, aseguró el consejero de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Jesús Serrano Landeros.
Dijo que, también, será posible que otras empresas, diferentes a la Comisión Federal de Electricidad, ofrezcan el servicio a los hogares yucatecos, ya que el mercado ya está abierto para que cualquiera pueda distribuir si cumple con los requisitos legales.
Sin embargo, advirtió que seguramente serán los hogares de alto consumo los que más llamarán la atención de las nuevas firmas porque, para estas, será mejor administrar, cuando menos en un principios, pocas cuentas.
“La filosofía es que el que cubra los requisitos se la da permiso. Es natural que inicialmente solo se vayan a usuarios más grandes, porque no es lo mismo administrar 100 mil que tres cuentas, pero eventualmente los hogares de alto consumo -no lo puedo afirmar, es una teoría- también resultarán atractivos”.
Entrevistado al finalizar una conferencia magistral que ofreció a alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), dijo que el próximo año los hogares comenzarán a recibir energía más limpia, aun cuando no se note.
“Primero vas a ver en la calle paneles solares, “molinos de viento”… y nosotros (la CRE) tenemos la obligación de emitir reportes de la capacidad de energía limpia: cuánto se generó y el costo que tiene los certificados (de energía limpia o CEL)”, explicó.
En su charla con alumnos de la Facultad de Ingeniería, el funcionario habló del sistema de generación de energía en México, y dijo que Yucatán se encuentra entre los estados que está “en equilibrio”, es decir, genera tanta electricidad como la que consume. Incluso, hay una cantidad “extra” con la que se envía a los otros dos estados de la Península.
Dijo que el principal problema de la energía eléctrica en México es la distribución, a pesar de que la red cubre casi todo el país, porque las plantas, en muchos casos, se encuentran demasiado lejos de los puntos en los que hay que surtir el “producto”.
En ese sentido, señaló que las energías renovables representan una de las soluciones, pues si bien se conectarán a la misma red, la electricidad se generará en los puntos más cercanos a los consumidores.
Esto es lo que ocurrirá en Yucatán cuando comiencen a operar los parques eólicos (viento) y fotovoltáicos (luz solar) que ya se instalan en la entidad. Sin embargo, advirtió que en este caso, como en todas partes el mundo, el gran reto será la intermitencia, es decir, al ser generada a través de recursos naturales no se podrá garantizar el 100 por ciento del consumo.
Puso como ejemplo, el caso de una planta de energía solar: tan sólo el paso de una nube que tapa el solo puede bajar la capacidad instalada a cero, lo que significa que, de depender sólo de esa planta, habría un apagón que podría durar hasta un minuto, lo que representa altos costos.
Esto porque la energía se produce al momento que se consume, es decir, no existen -y además son inviables- sistemas de almacenamiento de grandes proporciones que puedan suplir la ausencia súbita de la radiación solar.
Explicó que en México la generación de energía limpia está en pañales, pues la más extendida es la hidráulica (presas), con 17 por ciento del total, pero no es la más idónea puesto que tiene un fuerte impacto en el medio ambiente al cambiar el curso de los ríos.
La geotérmica es la segunda de más impacto con apenas 1.2 por ciento, y en tercero y cuarto sitios están: la eólica, con 5 por ciento, y la solar, con sólo 0.5 por ciento.
(EVM)
