Amnistía Internacional e Iglesia Católica coinciden en que los mayas sufren el engaño del Gobierno.
Mérida, Yucatán.- El despojo de tierras y la pobreza -que genera desigualdad de condiciones- son los dos aspectos en los que Yucatán “encabeza” la lista de violaciones a los derechos humanos, según la organización Amnistía Internacional (AI)
Por su parte, la Iglesia Católica advirtió de que a las comunidades mayas en donde se instalan proyectos de grandes consorcios no se les informa de todos los daños al medio ambiente y a la salud que ocasionan, por ejemplo, la instalación de generadores de energía eléctrica.
En rueda de prensa, en el último día de la 4a Jornada de Derechos Humanos, que en esta ocasión tuvo como sede el Centro Universitario “Felipe Carrillo Puerto”, la presidenta ejecutiva de AI, Tania Reneaum Panszi, y el obispo de Saltillo, Raúl Vera Sosa, coincidieron que aunque Yucatán es un lugar pacífico no está exento de la violación a los derechos humanos.
La representante de AI reconoció que, por la seguridad que se vive en Yucatán, organizaciones como la que preside tiene “presencia intermitente” en la entidad, y dijo que se discuten poco los problemas que se viven en otros lados del país.
En ese sentido, citó datos duros sobre lo que calificó de “crisis de derechos humanos” en México:
2,200 homicidios mensuales
32 mil desaparecidos
7 feminicidios por día
“Las cifras parecen frías y distantes, pero detrás de ellas hay hasta tres víctimas, una familia (…) detrás hay un núcleo social que se rompe”, advirtió. Por eso hizo un llamado a los jóvenes de Yucatán a cuestionarse como deben relacionarse no con la política, sino con lo político”.
Dijo que el Estado mexicano está en deuda con las personas que “vivimos y transitamos en México”, y habló de dos hechos recientes que da una luz de esperanza: la promulgación de la Ley de Desapariciones Forzadas y la presencia de 11 mujeres indígenas de San Salvador Atenco en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Cuestionada sobre la violación de derechos humanos en un Estado como Yucatán -en donde la percepción es que “no pasa nada”-, Tania Reneaum dijo que son dos los desafío:
-Las empresa multinacionales compran grandes extensiones de tierras que tiene un valor sagrado para las comunidades originarias, en este caso los mayas.
-La enorme brecha económica de los pueblos originarios comparados con los habitantes urbanos, que a los mayas los margina de derechos fundamentales como salud, educación y oportunidades de desarrollo económico.
Aclaró que cuando las multinacionales se aprovechan de su poder para hacerse de la tierra de las comunidades indígenas no sólo es culpa de ellas, sino de los gobiernos que los permiten, y que esto sólo puede entenderse si de por medio hay un beneficio para los gobernantes, es decir, corrupción.
Dijo que en el caso de los proyectos de energía eólica que se construyen en Yucatán, y donde ya habido conflictos en algunas comunidades mayas, la representante de AI puso en duda si la eventual aceptación de los proyectos se da por medio de una negociación pareja, pues generalmente las empresas y el Gobierno presionan a las comunidades.
Ni siquiera las consultas públicas son garantía de que las comunidades están de acuerdo porque se hacen cuando los proyectos ya están incluso asignados.
Sobre el tema, el hoy obispo de Saltillo, Raúl Vera Sosa, quien adquirió notoriedad durante su gestión como obispo coadjutor de Chiapas, en medio del conflicto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), aseguró que a los pueblos indígenas no se les dice toda la verdad.
Comentó que, por ejemplo, la transmisión de electricidad de los generadores (a los que que llamó “papagayos”) causa problemas de tipo magnético y tienen un daño para el medio ambiente.
También habló de los proyectos para extraer gas, ubicados en el norte de la República, en donde solo le piden a la gente que rente sus tierras, pero no le explican que luego del proceso para demoler las piedras (fracking) los terrenos ya no son cultivables.
“Por eso hablé de que en este país hay un ‘desvió de poder’: no se gobierna para nosotros”, expuso para reafirmar una idea que había establecido minutos antes, de que en México el Gobierno está coludido con organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Organización Mundial del Comercio (OMC), a las que les ha vendido el país.
Poco antes, citó el juicio que a través del llamado Tribunal Permanente de los Pueblos se le realizó al Estado mexicano, y en el que fue declarado culpable: “México no tiene un gobierno corrupto; tiene un Gobierno criminal”, sentenció.
“Es un desvió de poder;, ahora el Gobierno no gobierna el país sino para potencia extranjeras y para el dinero, el Dios dinero”, insistió.
Papa ordena a obispos mexicanos un plan de acción
Sobre la complicidad de la Iglesia con el actuar del Gobierno, aclaró que está en ese riesgo si se queda callada, si no denuncia los atropellos a los derechos humanos. En ese sentido, dijo que el Papa Francisco les había pedido a los obispos mexicanos elaborar un plan de acción para enfrentar la crisis de derechos humanos que vive México.
Sin embargo, no quiso dar detalles sobre qué significa el plan de acción, y se limitó a decir que estaban empezando el debate al interior de la Conferencia de Episcopado Mexico (CEM). Desvió el tema al decir que los jóvenes debían “hacer ruido”, pero que cualquier movimiento tenía que ser de paz.
“No violento porque lo narcos y a todos les urge provocarnos para pedir que venga a Estados Unidos a hacer un estaqin necesidad de sangre”, insistió.
Luego de la conferencia de prensa, que se realizó en la sala de juicios orales del centro universitario, el obispo y la representante de Amnistía Internacional se reunieron con jóvenes en el teatro “Libertad”, ahí, los exhortaron a organizarse para exigir sus derechos.
(EVM)