Mérida, Yucatán.- ‘Tímida’, La Serpiente Emplumada bajó por la escalinata del Castillo de Chichén Itzá: aunque “entrecortado” por el cielo nublado el fenómeno arqueastronómico pudo apreciarse claramente.
Las miles de personas que se congregaron en la explanada de la ciudad maya de los Itzaes pudieron ver al menos 7 triángulos invertidos de luz, formados sobre la pared de una de las escalinatas, que “bajaron” hasta la enorme cabeza de la serpiente.
Los asistentes al menos “desquitaron” el pago de entrada para ver el fenómeno de luz y sombra, que en la cultura maya significaba no sólo el cambio de estación sino la preparación para el ciclo agrícola.
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Por momentos, la figura de los 7 triángulos que se forman con la luz del sol, se “borraba” debido al paso de alguna nube causada por el frente frío número 38 de la temporada, que amenazaba con tapar el espectáculo.
Pero entre las 16:00 y las 17:00 el Sol se dominó el panorama en el cielo y acudió puntualmente a su “cita” para “marcar” el equinoccio de primavera; en realidad, la “igualdad de día y noche” (significado de la palabra “equinoccio”) ocurrió el 14 de marzo, por lo que desde el día 16 pudo verse en Chichén Itzá el fenómeno de luz y sombra.
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Como ya es costumbre, no sólo acudieron los turistas para “conocer” la asombrosa exactitud de la arquitectura maya, sino también mucha gente vestida de blanca que acudió a “cargar energías”.
Desde que la gente comenzó a arribar a la zona arqueológica por la mañana, comenzaron a escucharse cánticos y brazos levantados hacia el cielo para darle la bienvenida a la primavera, segunda estación del año que inició el 20 de marzo.
Así que, poco después de las 15:00 horas, “la estrella” de la tarde, Kukulcán, comenzó a descender paso a paso -o triángulo por triángulo- hasta que cerca de las 16:00 horas ya estaba completamente formado.
Ya cuando el reloj marcaba las 17:00 horas y Kukulcán inició su ascenso, la gente comenzó a retirarse de la zona arqueológica, la segunda más visitada en el México, después de Teotihuacan, en el centro del país.
De acuerdo con cifra del Patronato de Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur) asistieron 13 mil 900 visitantes que, sumados a los poco más de 1,000 que, por la mañana, llegaron Dzibilchaltún (donde el cielo nublado no permitió apreciar el fenómeno) no alcanzaron la cifra esperada de 20,000 personas.
El llamado “equinoccio” de Chichén Itzá ocurre también en septiembre, con el cambio de estación de verano a otoño. Aunque la “cita” en la ciudad maya suele ser 21 y 22 de ese mes, este año el equinoccio ocurrirá 6 días después, es decir, el día 27.
