Por Julian Santiesteban
Quintana Roo es un éxito turístico a pesar de sus gobiernos y la sustentabilidad que apenas se mantiene es, en infinidad de casos, muy a pesar de las acciones de políticos que posibilitan la depredación, y en Quintana Roo en los últimos días se han frenado intentos lamentables de quienes usan la política para “llevar agua a su molino”, aprovechando la distracción que genera el proceso electoral en curso.
Dos casos destacan recientemente en la entidad turística más importante de Latinoamérica: El primero y más lamentable fue el intento del presidente municipal de Lázaro Cárdenas, Emilio Jiménez Ancona, por autorizar un Programa de Desarrollo Urbano (PDU) que ocasionó polémica a nivel nacional, pues la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) interpuso un recurso en contra del depredador documento, que pretendía posibilitar la urbanización de Holbox, en donde se encuentra la zona natural protegida de Yumbalam.
El “pájaro” como conocen al alcalde –sin duda ave de mal agüero- fue frenado inmediatamente por la Semarnat, pero además el gobierno quintanarroense manifestó su inconformidad a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) porque el documento carece del aval de dicha instancia y hasta el Congreso local llamó a la revocación de tan irregular documento; el munícipe, que no podrá reelegirse y está a meses de abandonar el encargo, simplemente no pudo hacer nada por garantizar algunos “ahorritos” que seguramente ya planeaba.
El segundo ejemplo es positivo, pero aun así preocupante, pues no la afectación ambiental hasta ahora no se ha frenado; y se trata del anuncio de la construcción de un complejo hotelero en las inmediaciones de Xcacel, en el centro norte quintanarroense, zona también sujeta a conservación ecológica y que representa el más importante lugar de arribo para desove de la tortuga marina en todo Quintana Roo.
Y aunque la secretaria de Turismo estatal, Marisol Vanegas Pérez, ha asegurado que el complejo será edificado en la zona aledaña y no propiamente en la zona de reserva, grupos ecologistas ya advirtieron del impacto que tendría aun así, considerando que el sitio tiene unos cuatro mil nidos, lo que representa 150 mil crías de tortuga anualmente.
Pues bien, Miguel Ramón Martín Azueta, quien como alcalde de Solidaridad defendió el sitio de la depredación hotelera española, ha anunciado de nuevo que la lucha por preservar el lugar seguirá. Interesante, pues es ahora candidato a la diputación federal por el Distrito 01 ¿Nota el lector la diferencia entre congruencia política y depredación a ultranza? por eso algunos políticos siguen vigentes y otros se aprestan a ser tristes recuerdos.
COMENTARIO MORBOSO
Por cierto, que el tema mereció la intervención urgente del gobierno federal y estatal por un grave error cometido desde la Secretaría de Gobierno quintanarroense, pues la Subsecretaría Jurídica, a cargo de Joaquín González Castro, sin revisar siquiera el documento aprobado por el cabildo de Lázaro Cárdenas envió la orden de publicación al Periódico Oficial del Gobierno de Quintana Roo, por lo cual el documento fue emitido y cuentan que Emilio Jiménez Ancona ya se relamía los bigotes por dicha publicación.
El tema pareciera menor, pero nótese el impacto que pudo haber tenido si no hubieran reaccionado las instancias ya señaladas y hacen notar el dislate de el “Quino” González, considerado por uno que otro una “lumbrera” jurídica, y quien a punto estuvo de provocar un verdadero “incendio” ambiental…y cuentan que aún tuvo el desatino de querer culpar al responsable del Periódico Oficial para justificarse, lo bueno que los oficios con sus instrucciones “precisas” fueron atinadamente exhibidos, como exhibido quedó el triste funcionario, que en este gobierno, nomás no da una; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.