Mérida, Yucatán.- El arzobispo emérito Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, sentado ya ni siquiera en la última fila, sino pegado a la pared, junto a la salida, del auditorio de la Universidad Marista, mientras su sucesor Gustavo Rodríguez Vega “tiraba a pedazos” los proyectos económicos en Yucatán era una imagen imposible hace 3 semanas.

Pero fue real: ocurrió el martes 7 de agosto, cuando el arzobispo metropolitano, en menos de 2 horas, “le tiró” a Berlie la puerta de una Iglesia que este último le cerró durante 20 años a quienes hoy son los invitados de honor: los mayas de Yucatán.

A decir de investigador social Iván Franco Cáceres, el cambio dictado por las elecciones del 1 julio pasado propició que actores visibles pero marginados por poderes y grupos fácticos diversos encontraran la coyuntura o momento para salir al espacio público con fuerza quizá inusitada.

El V Arzobispo de Yucatán, nombrado en 2015 por el Papa Francisco, con la firme intención de cambiar el rumbo de la Iglesia en la entidad, marcada por sus relaciones con el poder y el dinero, encontró su momento, tras prácticamente 3 años de esconderse, tal como el mismo Franco Cáceres denunció hace unos meses.

LECTORMX entrevistó al especialista del  Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sobre su interpretación del giro que el pastor de la Arquidiócesis de Yucatán dio en su discurso dentro del I Congreso Pastoral de los Pueblos Originarios, celebrado en Mérida.

En pocas palabras, el investigador considera que el verdadero cambio en la Iglesia Católica de Yucatán no se dio el día del discurso, sino el 1 de julio, día de las históricas elecciones en México.

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Tan lo cree así que considera que el “fiscal” del ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, Joaquín Díaz Mena tendrá la encomienda de preparar el camino para una nueva relación del poder político con las iglesias de Yucatán y, quizás, hasta una visita papal a Yucatán.

LMX:¿Cómo encuentra a la Iglesia Católica en Yucatán después del 1 de julio?

Observo un panorama diferente: la Iglesia Católica elitista, que por 20 años pudo construir el exarzobispo Berlie, con base a fuertes alianzas con la clase política de PRI (Partido Revolucionario Institucional) y del PAN (Partido Acción Nacional) y con los medios escritos y orales neoliberales, fue en muchos sentidos la gran derrotada esa fecha.

Es paradójico ya que el más confesional de los partidos ganó tanto la gubernatura como la alcaldía de Mérida, pero no se puede decir que goza del apoyo del mando arzobispal de la entidad bajo la guía de Gustavo Rodríguez Vega.

El V Arzobispo, con sus posiciones recientes, dentro del Congreso organizado de forma conjunta con la Universidad Marista, deja claro que está más cerca del Papa Francisco que de las corrientes tradicionales del catolicismo mexicano.


LMX: ¿Hacia dónde apunta ahora el V Arzobispo, un pastor que usted mismo afirmó está “acotado” por varios factores de poder?

Según indicadores recientes, el arzobispo Rodríguez Vega ha empezado a deslindarse de la presión que el catolicismo mediático asistencialista dominante (resultado de una alianza siniestra entre el poder político y las elites oligarcas locales) se impone en la entidad a la estructura religiosa formal desde hace varias décadas.

Siguiendo su discurso, como en general la línea pastoral de quienes participaron en reciente encuentro en la Universidad Marista, el Arzobispo dejó en claro que pretende dirigir al universo católico local confrontando a los grandes poderes políticos, económicos y transnacionales, en esencia neoliberales.

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Como él mismo expuso son esos poderes los que despojan y generan miseria en la población, principalmente en la etnia maya. Con su postura, el arzobispo está poniendo tierra de por medio con por ejemplo el panismo triunfador, otro tanto con el priismo neoliberal derrotado, ya que en el primer caso tanto Vila como Barrera son católicos pero ante todo defensores de proyectos neoliberales tal como se ha visto en sus gobiernos municipales.

LMX: ¿El arzobispo se puede decir que está declarando la guerra al PAN como al arzobispo emérito Berlié quien se identifica con un sector del PRI?


Cuando menos está deslindándose de lo que representan hoy día en la entidad, en donde la realidad indica que son los católicos preconciliares de élite quienes figuran casi de forma autoritaria en el espacio público. Un caso el de María Fritz, al parecer integrante de una de las organizaciones católicas más conservadoras desde la óptica tradicional a la vez que de impulsoras de grupos y empresas neoliberales más representativas de la derecha católica.

Rodríguez Vega está diciendo o está pudiendo decir, después de tres años y en una coyuntura en donde mucho tiene que ver el triunfo de AMLO-Morena a nivel nacional, que él no avalará las políticas económicas que se apliquen en Yucatán. Más si se perfilan como políticas neoliberales nocivas para los pobres y para los más pobres de los pobres como son los mayas.

LMX: ¿Y gracias al 1 de julio?

Definitivo. Pienso que lo está haciendo en un momento oportuno pues está aprovechando el momentum político nacional dictado por 30 millones de votos condenatorios de neoliberalismo, corrupción e impunidad. En una entidad donde el bipartidismo católico dio un giro inesperado hacia un tripartidismo más ciudadano.

Vila y Barrera no han tomado posesión pero extrañamente tampoco han dado a conocer quiénes serán sus equipos de gobierno pese a que han esbozado a sus equipos de “transición”.

Parece lógico, dada la conducta que ambos políticos panistas mostraron en sus respectivas administraciones municipales, que sus equipos serán de espectro empresarial y católicos aunque notablemente elitistas.

Pienso, aunque sería otro tema, que por eso han tardado tanto en conformar y dar a conocer a sus equipos de gobierno, ya que creo que no tienen mucha tela de donde cortar. Veo mucho nerviosismo e incluso a uno que otro exfuncionario dizque identificado con la “izquierda” ofreciendo sus servicios al panismo triunfante. Ya veremos. 

Iglesia de Fátima, en Mérida.    


LMX: ¿Qué otros indicadores observa de ese giro del gobierno a la “izquierda” de la Arquidiócesis si entendemos bien?

Yo creo que desde que arribó a la entidad en 2015 el arzobispo Rodríguez Vega ya tenía un diagnóstico de la situación de la Arquidiócesis y que, con mucha lentitud e inefables bloqueos, está por fin encontrando espacios para avanzar.

Su meta es tener el control de espacios institucionales internos que se pueden considerar “claves” para lograr ese propósito. Ese ritmo, que un mes antes del 1 de julio lo tenía “amarrado”, lo mantuvo lejos de los reflectores mediáticos (todos identificados con grupos neoliberales) hasta el grado de prácticamente quedar invisible; opacado por las fuerzas políticas inquietas con su designación, entre estas el propio arzobispo emérito ya que el Papa con seguridad tomó muy en cuenta su origen obrero para sustituir al IV Arzobispo.

En contraparte, Berlie aún goza de mucho poder e influencia tanto dentro como fuera de la estructura diocesana (entre élites ni se diga) y varios de “sus” curas fieles mantienen cargos relevantes a los que Rodríguez Vega tarde o temprano intentará acotar.

Otro indicador por ejemplo es que sacerdotes “incómodos” para Berlié como fue el caso de Raúl Lugo con, entre otros aspectos, su libro La Iglesia y la Homosexualidad el nuevo pastor los ha integrado al servicio pastoral pese a sus posiciones polémicas para el catolicismo preconciliar.

Una desde luego cómo mirar y tratar a la homosexualidad, un tema para el que Rodríguez Vega no ha mostrado mucha apertura que digamos, entre otros como el matrimonio gay, el aborto y demás.

LMX: ¿Qué tanto ha avanzado GRV en lo interno?

Tengo la impresión de que no mucho pese al triunfalismo de ciertas notas periodísticas en medios que en los hechos están más y mejor identificados con la teología de la prosperidad, con las formas del aún influyente arzobispo emérito.

En parte porque si bien en la entidad existe un clero de origen indígena y pobre, cercano hasta cierto punto de forma “natural” a la teología de la pobreza que impulsa el Papa Francisco -con la que mejor se identifica el actual Arzobispo-, es de todas maneras un sector no muy preparado en esa teología ya que implica algo más allá que solidaridad clasista o étnica.

Muchos además empezaron su trabajo pastoral bajo el gobierno pastoral de Berlie y si bien el hoy emérito se preocupó por la superación “académica” de su clerecía, en realidad favoreció pero a un sector elitista del que Rodríguez Vega por lógica no puede desprenderse de un día para otro o convencerlos de que su compromiso se identifique más con el ejemplo impuesto por Francisco.

LMX: Y en este concierto ¿qué papel están desarrollando los religiosos? ¿Un espacio fue la Universidad Marista por ejemplo?

Quizá por todo eso Rodríguez Vega también se ha acercado al sector de religiosos, de las órdenes religiosas como jesuitas, maristas y otros, ya que han sido las que más han apoyado al Papa Francisco en su lucha contra la corrupción de la Santa Sede.

Son también las más inclinadas a castigar los escándalos de abusos sexuales, pederastia y demás temas que tienen al catolicismo por los suelos en países como Chile. Ese apoyo en y con los religiosos es algo que recién se expresó con la celebración de los 25 años de la visita de Juan Pablo II ya que, precisamente en la Universidad Marista, se llevó a cabo el Congreso en donde las posturas más radicales de la teología de la pobreza retumbaron en los oídos del sector de la Iglesia local elitista y la teología de la prosperidad.

Nunca en los años 1995 a 2015, con la salvedad de las visitas de Raúl Vera en algunos momentos, se concentró tanto discurso favorable a la ecología, la defensa de los pueblos originarios, entre otros tópicos críticos de la globalización y el neoliberalismo.

LMX: Llama la atención que al Congreso se le dio un toque académico ¿por qué cree que no se hizo en un espacio de la Arquidiócesis?

Así es. Al realizarse en una sede universitaria, si bien del orden católico, se despojó en parte de su carácter confrontador como discurso crítico, por lo que la fuerza que pudo ganar en un sentido se perdió en otro.

El protagonismo en ese Congreso estuvo, además del V Arzobispo, en manos de sacerdotes, religiosos e incluso diáconos y laicos llegados de otras latitudes de espacios católicos en los que la teología de la pobreza no es un discurso más sino una práctica de vida, incluso diocesana.

La distancia que se expresó en el discurso de esos participantes evidenció años luz respecto de la práctica y pastoral de los sacerdotes que conforman los decanatos yucatecos, la inmensa mayoría anclados en una práctica católica de solidaridades culposas, del tono de los apostolados que por decenas existen en Yucatán.

Pero incluso los sacerdotes locales que sí manejan y viven la teología de la pobreza, incluida la teología de la liberación y con cuyos líderes mundiales el Papa Francisco ha pactado acuerdos y apoyos desde 2013, me parece que no tuvieron lugar en el Congreso de la Marista. Quizá no pudieron participar, pero igual los organizadores cuidaron para otro momento integrarlos al Programa. Por algo será.

LMX: ¿Dio seguimiento al Congreso? O ¿qué le llamó más su atención?

Lamentablemente, por trabajo en la ciudad de México, no pude asistir a ninguna de las mesas. Con oportunidad me informaron que se realizaría en la Universidad Marista, algo que de entrada me llamó la atención. Desde luego que he seguido las notas periodísticas y electrónicas que cubrieron el Congreso, así como conocidos quienes pudieron asistir me han comentado del tono, matices y contenido de los participantes.

Por supuesto que destaca el discurso del arzobispo Rodríguez Vega quien, siguiendo la Encíclica Laudato Sí del Papa Francisco, ha presentado una postura que, en mi opinión, sugiere un punto y aparte, un giro radical, de las posturas tradicionales de la Arquidiócesis de Yucatán.

LMX: ¿Rodríguez Vega lo expone en un buen momento?

El Arzobispo titular encontró el momento, espacio y tiempo propicios para decirle al conjunto de fuerzas que lo han intentado maniatar desde su arribo (el PRI, el PAN, el gobierno estatal, las elites económicas, los mismos medios escritos y demás) que su postura no es ni será la elongación de los acomodos y tramas de los arzobispos que lo antecedieron.

Salió a declarar de forma clara que no gobernará para que ricos y poderosos se sientan los únicos e imprescindibles benefactores de la sociedad yucateca y, con una elegante metáfora, delineó que la Iglesia es algo que está más allá de por ejemplo programas elitistas y asistencialistas.

Como además fundamentó su texto en la Encíclica papal en la que se condena a quienes destruyen el planeta por su voracidad económica, poniendo en peligro “nuestra casa”, evidencia que ya tiene muy claro quiénes son en Yucatán ese ejército de depredadores y con quiénes se coaligan para deteriorar el ambiente en la región.

Un colega me preguntaba qué pensaba de su postura. Le respondí que Gustavo Rodríguez Vega, de continuar en esa ruta, estará intentado “replicar” al Papa en la entidad, algo que será interesante observar pues hasta en el caso de abusos sexuales que un día sí y otro también emergen por todas las diócesis católicas podríamos estar enterándonos de sucesos que por lo regular son tapados por medios y poderes políticos locales.

El suyo es un acto o una toma de posición que por supuesto augura la probable expresión de gestos inéditos ya que hace eco del “hagan lío” de Francisco.

LMX: ¿Se rompe su tesis del “pastor acotado” que ha sostenido sobre el alcance formal y real del nuevo arzobispo en la entidad?

Sí y no. Me queda claro que Rodríguez Vega, si antes no contaba con apoyo real del poder político-económico y mediático locales, ahora menos recibirá apoyo desde ese espectro ya que ha tomado una posición firme respecto del papel del neoliberalismo y las transnacionales en la entidad, decantándose por poner a la Iglesia del lado de los pobres y ante todo de la etnia maya.

Al celebrar los 25 años de la visita de Juan Pablo II a la entidad, si observamos con detalle, se invitó a exponer su sentir (en Izamal por ejemplo), no al poder político ni a las élites que presumen su catolicismo, sino a los actores más afectados por un cuarto de siglo de aplicación de políticas neoliberales en la entidad.

Y yo pregunto ¿quiénes han gobernado Yucatán en ese lapso? Nada más ni nada menos que PRI y PAN: Dulce Sauri, Víctor Cervera, Patricio Patrón Laviada, Ivonne Ortega, Rolando Zapata.

Todo un ciclo de gobiernos signados por políticas neoliberales orientadas al despojo detierras para megaproyectos y caracterizados por generar aumento de migración de población de origen prehispánico a los EE UU, corrupción e impunidad de funcionarios, crecimiento de cinturones y colonias miserables en ciudades como Mérida, etc.

LMX: ¿La Arquidiócesis estaría más cerca ahora de Morena?

Eso parece pero pienso que debemos esperar ya que no hay que olvidar que el liderazgo que catapultó a Morena, después del propio López Obrador, es un demócrata católico surgido del PAN y a quien el presidente electo ya perfiló como su fiscal en la entidad.

No me queda duda de que Joaquín Díaz Mena hablará con todos los actores políticos locales, entre estos el arzobispo Rodríguez Vega por lo que ya perfiló como proyecto de Iglesia.

Dependiendo de cómo evolucione la transformación que AMLO y su equipo han anunciado respecto de la IV República, inevitablemente veremos cómo y en qué dirección se expresarán esos cambios en las relaciones de la Iglesia Católica local con los distintos niveles de gobierno, con las élites, con los propios grupos internos católicos conservadores, con los partidos políticos y, más que nada, con los pueblos originarios, en este caso la etnia maya.

Casi me atrevería una vez más expresar que eso podría definir una visita papal a la entidad. Ya veremos.