Spotify podría poner muy pronto fin a los planes familiares falsos. Estos son aquellos que hacen uso del descuento pensado de manera exclusiva para miembros del mismo núcleo familiar para obtener las características premium del servicio pero que, en realidad, son utilizados por grupos de amigos y personas sin ningún tipo de parentesco.
La razón es obvia: de llenar las seis plazas que tiene como máximo el Plan Familar, este supone un notable ahorro para sus integrantes respecto a la suscripción premium individual. No hacen falta más que unos cálculos rápidos para llegar a la conclusión de que formar una “familia” de amigos sale mucho más a cuenta, ascendiendo el total anual a pagar por disfrutar de la plataforma sin barreras ni anuncios a apenas 30 euros, frente a los 120 euros que costaría suscribirse por cuenta propia.
Durante un tiempo esto ha sido suficiente para un Spotify que necesitaba engrosar sus listas de afiliados tras su salida al parqué de Wall Street y aumentar la distancia con plataformas de la competencia como Apple Music. Pero a los inversores les interesa más, en términos de cotización, las cifras de ingresos y beneficios que el número total de usuarios del servicio. Y los planes de falsas familias, cada vez más extendidos, reportan ciertamente menos ingresos a la plataforma que los que se podrían obtener si se consiguiera la conversión de parte de esos usuarios a planes individuales, tal y como ya comentamos el pasado mes de julio tras sus resultados trimestrales.
Tienes que vivir en el mismo domicilio
El Plan Familiar de Spotify cuenta con un requisito principal que la compañía se asegura de dejar bien claro cuando se contrata esta opción: todos los integrantes del mismo han de vivir en el mismo domicilio. Una condición que era extremadamente fácil burlar hasta ahora, pues bastaba con que los miembros pusieran la dirección de la persona que hace las veces de “padre” (quien paga las mensualidades del Plan) para que el servicio asumiera que, efectivamente, formaban parte de la misma familia.
Sin embargo, varios usuarios de este modelo de suscripción han comenzado a reportar que la plataforma sueca está pidiendo comprobar mediante GPS su ubicación para confirmar que se está viviendo en la misma localización que quien está efectuando los pagos. Al mismo tiempo pone sobre aviso que, de negarse a permitir el acceso a la localización, podría perderse el acceso al Plan Familiar.
Por el momento, según ha conformado la comapañía, esta acción queda reducida a determinados países y, al mismo tiempo, a determinados usuarios. No sería de extrañar, sin embargo, que en un futuro próximo Spotify decidiera extender la purga a lo largo y ancho de los mercados en los que está presente si tiene las evidencias necesarias para deducir que la supresión de los planes familiares falos se traducirían en un aumento notable de las suscripciones individuales.
(hipertextual.com)