Mérida, Yucatán.- Un testimonio extraño, pero la señora Lucía Pool Silva comparte que su caso es verídico: “le doy gracias a Dios por haber contraído el cáncer, ya que me permitió cambiar, ser mejor ser humano”.
Oriunda de Tixkokob, afirma que es una sobreviviente, ya que a los 28 años de edad le fue detectado un tumor canceroso en el seno derecho, en cuarto grado, es decir en etapa muy avanzada.
“Cuando los médicos detectaron mi enfermedad lamentaron la noticia y dijeron que no podían hacer casi nada por mí, pero yo tomé la decisión de salir adelante, de dejar a un lado el miedo y confiar en los médicos”, relata en entrevista.
“Tenía un hijo de ocho años, pero tuve que pelear por no dejarlo en orfandad y por mi vida”, rememora en el Hospital Regional Agustín O´Horán, al acudir a la conmemoración del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama.
“Me extirparon el seno derecho y estuve bajo tratamiento intenso, terapias y medicamentos durante 15 años, pero gracias a Dios superé la enfermedad”, exclama Lucía, quien recuerda que fue en 1991 cuando comenzó su titánica lucha por la vida.
Menciona que le practicaron mastectomía o extirpación del seno. “Eso me dolió mucho como persona, como mujer, pero también pude con la ayuda de Dios salir adelante; y hoy estoy aquí contenta de poder dar mi testimonio”.
Insiste en agradecer esa experiencia, pues el ser humano es caprichoso, presuntuoso, desagradecido y hasta que “Dios nos hace sentir que necesitamos sufrir para recurrir a él.
¡Qué bonito fue rezarle y pedirle: cúrame y me convertiré en mejor persona! Eso me dio toda la fuerza y voluntad para salir adelante”, puntualiza la señora, al agradecer a médicos y de especialistas del IMSS que la atendieron.
En sus recomendaciones, Lucía sugiere a las mujeres someterse a exámenes para la detección; que hagan a un lado la vergüenza y el pudor y que confíen en los médicos especialistas que sí se preocupan por los pacientes con cáncer.
Basada en su vivencia personal, la señora exhorta a las pacientes a que no tengan temor al desprendimiento de parte del cuerpo, que es muy valioso, sin duda, pero la belleza, dice, no es lo principal sino lo espiritual.
Con más de medio siglo de vida, comenta que en la actualidad es una activa participante de la Iglesia católica, espacio en que ayuda a otras personas a superar sus miedos y depresiones y salir adelante.
Lucía forma parte del 44 por ciento de los casos cáncer de mama que se detectan y diagnostiquen en etapas tardías, lo que refleja la falta de acceso a servicios de salud preventivos, integrales, con enfoque de género e inclusivos.
La Secretaría de Salud de Yucatán persuade a las mujeres, a partir de los 20 años de edad, a realizarse la autoexploración con una frecuencia mensual, la exploración clínica anual en mujeres de 25 a 39 años y la mastografía de tamizaje en mujeres de 40 a 69 años de edad.
Según datos oficiales, en Yucatán se atienden en promedio 14 mil pacientes por año, detectándose aproximadamente dos por ciento de casos probables. De éste, el 52 por ciento, cerca de la mitad, resulta positivo y recibe tratamiento y seguimiento.
(Jesús Mejía)