Mérida, Yucatán.- Con asistencia que rebasó las expectativas, cercana a las 15 mil personas, el Barrio de San Sebastián del Centro Histórico de Mérida fue sede por segunda ocasión de una gran comilona de mucbipollo como parte de la conmemoración a los fieles difuntos.

Con excesiva demanda de pib (platillo yucateco), que agotó la existencia de 30 oferentes, ese sector de la ciudad vivió una de las tradiciones gastronómicas más concurridas, comparable a las propias festividades de los gremios a favor de la propia patrona de la Virgen de la Ascensión que se celebra en agosto de cada año.

Familias completas acudieron a adquirir su trozo de pib, cuyos precios fueron elevados para muchas personas, ya que un pedazo de apenas unos 150 a 200 gramos se comercializó entre 65 y 80 pesos, en tanto que el mucbipollo de una charola se vendió entre 600 y 800 pesos.

Pese a que existe una forma definida en cuanto a ingredientes y preparación, los comerciantes ofrecieron pib con carne de cerdo, otros con espelón, así como de pollo y de lomito al estilo Valladolid.

Comer pib fue motivo de orgullos para muchos yucatecos, ya que muchos asistieron con la determinación de adquirir diversos trozos del alimento a como dé lugar, situación que aprovecharon los oferentes hasta agotar existencias al filo de las 18 horas.

Los organizadores realizaron al mediodía “un entierro de pib” en el patio de una casona cercana para mostrar a los visitantes nacionales y extranjeros la forma de preparación del manjar, uno de los más tradicionales en la región.

Una marea humana saturó el espacio dispuesto por el Ayuntamiento de Mérida para los 30 oferentes, en tanto que enormes filas se apostaron frente a los negocios para adquirir uno o varios trozos de pib y cientos de familias ocuparon en su totalidad las mesas y sillas de la zona.

Henry Cetina, presidente del Comité Organizador, reconoció que la concurrencia rebasó, al igual que el año pasado, las expectativas ya que para este 2018 se esperaban cerca de 10 mil personas, cantidad que se alcanzó al filo del mediodía, por lo que previó registrar los 15 mil al final de la jornada.

Recordó que el año pasado esperaban unas cuatro mil personas; sin embargo, acudieron cerca de 10 mil, en tanto que en esta ocasión se invitó a 30 oferentes, el doble de los que asistieron en la edición de 2017.

Los vendedores del pib provinieron no sólo de la ciudad de Mérida, sino también de los municipios de Chapb, Ticul, Tahmek y Valladolid, lo que fue importante, ya que los asistentes pudieron constatar la variedad en el sabor y la calidad en su elaboración, además de observar algunas ofrendas instaladas en el sitio.

La segunda feria del pib, a la que asistió el alcalde Renán Barrera Concha, es ya una tradición culinaria que llegó para quedarse en nuestro barrio, recalcó su vez el Carlos Sánchez, otro de los organizadores.

“Con este tipo de eventos en San Sebastián los vecinos apostamos preservar y difundir nuestras tradiciones en este caso gastronómicas con el fin de atraer no sólo a las familias de la zona sino también a visitantes nacionales y extranjeros para que conozcan la riqueza de las expresiones culturales de la región maya”, comentó entre el rumor del gentío.

(Jesús Mejía)