Mérida, Yucatán.- Arqueólogos expusieron la posibilidad de un replanteamiento histórico de la Ruta Puuc, al sur de Yucatán, al revelar la existencia de un conjunto de 300 estructuras, entre ellas una acrópolis de tres niveles en Nohcacab, cuya influencia y predominio en la zona era probablemente determinante.

David Ortegón Zapata y Gabriel Euán mencionaron que se trata de uno de los hallazgos más sobresalientes de la cultura maya por la gran diversidad de estructuras tanto en el núcleo ubicado en la parte superior del cerro de 35 metros de altura como en los alrededores donde se erigía el resto del conjunto.

Resaltaron que Nohcacab, que significa “Lugar de la sierra grande”, cuenta en la parte alta del montículo con una acrópolis construida en tres niveles, de una altura superior a los ocho metros, casa de un antiguo gobernante desde donde se visualiza el valle, cuyo auge fue en el clásico tardío entre 650 y 850 después de Cristo.

Aún falta por realizar estudios para determinar la relación entre Nohcacab y las otras ciudades del Puuc como Uxmal, aunque con Kabah, Nohpat, Sayil y Labná probablemente eran de subordinación hacia el poder de la acrópolis, puntualizó el arqueólogo David Ortegón.

En los últimos tres años se realizaron trabajos de exploración e investigación en la zona, y –según los investigadores– en sólo dos kilómetros cuadrados han encontrado cerca de 300 estructuras, lo que da idea de la enorme riqueza patrimonial existente en esa sección.

En Nohcacab, aseguró, existen estructuras piramidales y redondas, así como el juego de pelota y otros edificios que revelan una organización social más grande que en los otros conjuntos de la Ruta Puuc como Chacmultún, Sabacché, Chacbolai, Xlapak y Kiuik, además de los anteriormente mencionados.

Todas estas urbes estaban unidas por los sacbés, que facilitaban las comunicaciones y sumaban a su función comercial la religiosa, al ser las vías por donde se celebraban diferentes marchas rituales o procesiones.

Se denomina Puuc (sierra o cordillera de cerros bajos) a los yacimientos arqueológicos que comparten un estilo arquitectónico, al que también se llama puuc, que prevaleció en la región en el período clásico (del siglo II al IX d.C.) en lo que actualmente corresponde al suroeste de Yucatán y el noreste de Campeche.

Los arqueólogos presentaron los resultados de su trabajo en una conferencia impartida en el Palacio Cantón como parte de las actividades conmemorativas al 80 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los especialistas reconocieron que existen marcado deterioro en las estructuras, así como huellas de saqueos y destrucciones, posibles grafitis, además de dinteles, glifos y esculturas zoomorfas y antropomorfas muy deteriorados por la erosión.

La labor por realizar es enorme como lo es la riqueza patrimonial que legaron los mayas en la Península de Yucatán, recalcaron en su conferencia, al admitir que persisten retos y muchas interrogantes, pero también muchas sorpresas para las futuras generaciones de arqueólogos.

Como colofón, Gabriel Euán comentó que cerca del sitio ubicado en el municipio de Santa Elena se encuentra una gruta que muy probablemente cuente con vestigios, al cual no pudieron ingresar por falta de equipo adecuado.

Sin embargo, mencionaron que la oquedad también forma parte de la riqueza natural y patrimonial de la zona.

[huge_it_slider id=”22″]

(Jesús Mejía)