Mérida, Yucatán.- Con el voto en contra de los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación del Congreso local aprobó el dictamen que legaliza el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, a partir de una iniciativa de reforma a la Constitución de Yucatán presentada por el Ejecutivo anterior.

Integrantes de organizaciones sociales emergentes del movimiento de la diversidad sexual, así como de asociaciones de defensa de derechos humanos, atestiguaron la sesión, bajo ambiente de tensión ante la posibilidad de que se rompiese el orden y la civilidad.

Sin incidentes ni debate, tampoco participación en la fase de análisis o discusión, los nueve diputados integrantes de la instancia, con la presidenta Karla Franco Blanco, dieron trámite correspondiente.

En sólo 15 minutos, los diputados votaron el dictamen, siete a favor: de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Movimiento Ciudadano (MC), Morena y de la Revolución Democrática (PRD), y dos en contra, del PAN.

Tras la decisión histórica y sin precedente en el tema, la iniciativa será puesta a consideración del pleno este miércoles, en la que se esperan posicionamientos partidistas.

El coordinador de la bancada del PRI, Felipe Cervera Hernández, expresó de manera personal su respaldo al dictamen para garantizar el ejercicio de los derechos humanos sin discriminación alguna, con lo que la sociedad yucateca, dijo, da un paso adelante en la materia.

Adelantó que no habrá “línea” en la votación por parte de los diputados del PRI, ya que cada uno lo hará en conciencia personal.

Sin emitir comentario alguno, los panistas Rosa Adriana Díaz Lizama y Miguel Esteban Rodríguez Baqueiro, votaron en contra, como adelanto de la posición en bloque que asumirían en la plenaria.

Alex Orwen, del colectivo Por la Protección de Todas las Familias de Yucatán, desplegó la bandera multicolor que distingue al movimiento lésbico, gay, trasvesti, y transexual en las afueras del salón, a modo de festejo.

Indicó que la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia, de 2015, dejó claro que el matrimonio es un derecho humano, que no puede seguir siendo solamente entre un hombre y una mujer con fines de procreación, ya que es discriminatorio, por lo que no hay argumento para sostener la desigualdad.

(Jesús Mejía)