Mérida, Yucatán.- Una de las manifestaciones religiosas más arraigadas en la grey católica de Yucatán es la celebración del jueves de Corpus Christi, en el que centenares de creyentes acuden a los templos para reafirmar su fe y compartir en convivencia y solidaridad.
En la catedral de San Ildefonso, integrantes de la Cofradía del Santísimo Sacramento instalaron un altar repleto de flores de ornato, frutas de la temporada, así como de centenares de hostias, piezas de pan y copa de vino, así como la imagen en la parte central que representa el Cuerpo de Cristo.
Es el día del perdón, confirmación de la fe, pero también para compartir, explicaron algunas de las organizadoras y el párroco de de Corpus Christi de la colonia Bojórquez, Roger Martín Castilla Segura, quien resaltó la fecha en la cristiandad.
El sacerdote recordó que la conmemoración fue promovida por la religiosa Juliana de “Mont Comillon” en el siglo XIII con la idea de celebrar una festividad en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo, presente en la Eucaristía. En 1264 fue instituida como festividad por el Papa Urbano IV, mediante la bula “Transitur us hoc mundo”.
Herencia de la conquista española, el Jueves de Corpus es conmemoración centenaria de la Iglesia Católica en México. En la Catedral Metropolitana, miles de capitalinos acuden con sus hijos vestidos de inditos a rendir culto al Santísimo Sacramento.
El párroco Castilla Segura indicó que este día es tan especial e incluso más importante que los que evocan a San Antonio, San Francisco y San Bernabé que son santos patrones, además de que en su parroquia 20 jóvenes recibirán la Confirmación en la fe católica.
Tanto en la catedral de San Ildefonso como en la parroquia de Corpus Christi, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega encabezaría las respectivas liturgias esta tarde-noche con la asistencia de cientos de feligreses yucatecos.
En ambos recintos, la imagen del Santísimo Sacramento domina por encima de los panes, frutas y ostias que serán compartidas junto con el sacramento del cuerpo y sangre de Cristo como símbolos de perdón y solidaridad entre los creyentes.
(Jesús Mejía)