Mérida, Yucatán.- El apoyo que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ofreció a sus clientes por la contingencia sanitaria, debido a la pandemia del coronavirus Covid-19, resulta inalcanzable por no decir invisible y aquí te decimos por qué.

Empecemos por el principio: CFE prometió no aplicar la tarifa doméstica de alto consumo (DAC) -que no tiene subsidio o ayuda del Gobierno- a los clientes que, por estar más tiempo en casa, consuman tanto que rebasen el límite “permitido”.

Pero, ¡aguas!: rebases o no el límite tendrás que pagar lo que dice tu recibo; la única “ayuda” es que si “brincas” a la tarifa DAC no te la aplicarán y te mantendrán en la que estés clasificado.

Recordemos que la Comisión dispone de varias tarifas (de la 1 a la 1F) en todo el país, que se aplican según la temperatura promedio de la zona, para el cobro del consumo; estos precios disponen de una “ayuda” oficial: el Gobierno paga parte de lo que nos cuesta usar la luz.

Cuando se rebasan los “topes” de consumo que tiene cada tarifa, la CFE -sin previo aviso- aplica un precio que no tiene “ayuda” (tarifa DAC). Debemos considerar que los límites son mensuales, por lo que para quienes tienen recibos bimestrales la cantidad se duplica.

Hasta aquí todo queda en un número: no rebasar los 2 mil kv/hr al bimestre o 12 mil por año, pero eso no equivale a consumir esa cantidad cada periodo de facturación, porque CFE aplica una “fórmula” llamada “promedio móvil”, que no es un promedio simple de sumar todas las cantidades y dividirlas entre el número de meses o bimestres.

Para entender cómo aplica esta fórmula la paraestatal, veamos un caso real: el “promedio móvil” de los últimos 12 meses (seis periodos porque son cobros bimestrales) en la facturación de una casa de clase media del norponiente de Mérida, con tarifa 1D. La casa cuenta con:

  • Aire acondicionado (se prende sólo por las noches)
  • 2 TV
  • Refrigerador
  • 4 ventiladores de techo y 2 de pedestal
  • Equipo de sonido
  • Computadora de escritorio
  • Módem (servicio de internet)
  • 20 focos (aproximadamente)

Puede verse en las cifras que este cliente, con promedio móvil de 460 Kv/hr, no es “candidato” a recibir la supuesta ayuda de CFE, pues, para que pueda “caer” en la tarifa DAC, tendría que consumir una cantidad inimaginable de kilovatios en el periodo Abril-junio: unos 10 mil Kv/hr.

Como un “ejercicio” para demostrar que el apoyo no es real, veamos la tabla siguiente en la que eliminamos el periodo Febrero-abril de 2019 porque “sumamos” el consumo hipotético; recordemos que el cálculo lo aplica CFE en el último año (6 bimestres):

Cabe señalar que esta familia podría haber, incluso, consumido el doble o triple de los kilovatios que marca su recibo en los meses previos y con 8 mil del Abril-junio apenas brincaría a la DAC. Pero, ¡ojo!: la clave está en que tendrá que pagar su consumo al precio que le corresponda y aquí está el riesgo porque, en realidad, el “apoyo” no es un “descuento”, ni un precio más bajo y tampoco un pago diferido.

En un ejemplo también real de consumo -analizado por el Fideicomiso de Ahorro de Energía (FIDE), utilizado para proponer formas de reducirlo- de una casa del norte de la ciudad con un aire acondicionado de 18 mil BTU/hr prendido las 24 horas, más el resto de los aparatos que se encienden o funcionan regularmente (refrigerador, ventilador, focos, televisión, equipo de sonido) se alcanza el promedio que CFE pone como límite para la tarifa 1D.

Aunque el caso es antiguo -de 2009- lo que destaca es el alto consumo del predio en una zona de alta plusvalía que, a pesar de eso, no alcanza los 2 mil kilovatios. En este entonces, la tarifa que se aplicaba en la mayor parte de Mérida era la 1C, con límite de mil 700 kilovatios.

En todo caso, la “ayuda” será para los clientes que durante un año consumieron, por ejemplo, unos mil 500 kilovatios en los meses de invierno y poco más de dos mil en los meses más calurosos para ser clasificado como DAC.

Pero la CFE no aclara nada de lo anterior ni tampoco si quienes hoy pagan esa tarifa “saldrán” de ella durante la contingencia.