Por Jesús Mejía
Mérida, Yucatán.- La idea de construir una estación del Tren Maya fuera del centro histórico de Mérida está en el aire, ya que no hay confirmación oficial y la asociación civil Gran Parque Central La Plancha no ha recibido notificación alguna.
El representante del Tren Maya en Yucatán, Aarón Rosado Castillo, no negó ni confirmó el trascendido de que la estación será construida fuera del periférico de la capital yucateca, como es el propósito de los vecinos de la antigua estación de ferrocarril.
Según planes iniciales expuestos a principios de este año por el titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, un ramal subterráneo pretendía dar acceso bajo el actual trazado situado al este de la ciudad.
Incluso, sigue en pie el propósito de edificar la central de operaciones del Tren Maya en el centro de Mérida, desde donde se controlaría la seguridad y desarrollo del transporte en casi mil 500 kilómetros de vías y 18 estaciones en los cinco estados que conforman el circuito.
Al respecto, el presidente de la asociación civil Gran Parque Central “La Plancha”, Félix Rubio Villanueva, expresó que no ha recibido confirmación alguna sobre la decisión de Fonatur de desviar o modificar el trayecto del Tren Maya en la ciudad.
Precisó que el organismo ONU Hábitat que participa en el diseño y proyecto de construcción tampoco ha sido informada de manera oficial sobre posibles modificaciones al trazo.
La amplia red de organizaciones vecinales y ciudadanas y asociaciones de profesionales que forman parte de “La Plancha” mantiene su oposición de que el Tren Maya incluya una estación en las 29.6 hectáreas de la vieja terminal.
Reconoció que no ha recibido respuesta a la recomendación que ya hizo llegar a la Presidencia de la República de construir la estación de Mérida cerca del fraccionamiento Los Héroes y periférico oriente y enlazarla a la zona de carga de Poxilá, en el municipio de Umán.
En cuanto a la incorporación de terrenos de la Reserva de Cuxtal, al sur de Mérida, con rumbo a Valladolid, el activista respaldó la decisión del Ayuntamiento de organizar una consulta pública para decidir.
Refirió que esa sección ya había sido aprobada en el proyecto del Ferrocarril del Istmo en abril de 2018.
A su vez, el arquitecto urbano Antonio Peniche Gallareta indicó que es importante conocer los estudios de impactos antes de emitir una opinión.
Mencionó que el subsuelo de la ciudad es rico en mantos freáticos, lo cual debe tomarse en cuenta y evitar los problemas que actualmente se tienen, por ejemplo, en “La Glorieta de la Paz”.
(LectorMx)