Por Adela Mac Swiney González
Málaga, España.- “La mami”, película mexicana de la cineasta Laura Herrero Garvín, con un proceso de empatía y de escucha a las mujeres que trabajan en cabarets, recibió una mención por parte del jurado de la sección de Documentales de la 23ª edición del Festival de Cine de Málaga, sur español.
Herrero Garvín, española con residencia en México y quien hace una labor por el feminismo, aseguró, en entrevista, que “todos sabemos que el feminismo, si tiene una división muy fuerte es con el trabajo sexual, eso sí que lo tengo clarísimo, pero para mi, “La mami” no tiene que ver con un posicionamiento político, sino con un proceso de empatía y de escucha y de entender”.
Puntualizó que “nada es blanco y negro, sino gris, se trata de transitar las zonas grises más que decir blanco y negro, porque hay una cosa, ellas como personajes no son ni buenas ni malas, transitan por muchos lugares y para mi es importante para humanizar”.
La película está situada en El “Barba Azul”, un sitio mítico de ficheras en la Ciudad de México y la directora aclaró que “ese es el nombre adecuado de este lugar, ya que las chicas que trabajan allí cambian una ficha por un baile o una copa, no así por favores sexuales”.
Allí, el baño de mujeres del lugar funciona como una burbuja de paz para ellas y concretamente La Mami, encargada de ese espacio, les da consejos, calor, apoyo y oraciones para que no les pase nada malo.
“Para mí, el proceso de la película era de estar con ellas, mostrar su voz, mirarlas de cerca, escucharlas y respetarlas, eso es para mi es muy importante”, expuso y añadió que “sé que en mi mirada hay un posicionamiento ideológico y por supuesto feminista, porque si no, no me hubiera encerrado en un baño de mujeres durante cinco años, ni hubiera hecho otro tipo de cosas, hubiera jugado un poco más con los clientes”.
Hizo hincapié en que después de estar mucho tiempo en el mítico cabaret, se dio cuenta que el trabajo que hacen allí las chicas no es un trabajo que se base en la sexualidad sino en el amor, en el amor romántico, ”en el conquistar, en los celos, en el cariñito, es una cosa muy de la palabra también porque son grandes platicadoras, de desahogo y hasta psicológico”.
Añadió que además le quedó claro la importancia de las cuatro paredes de ese baño, ya que las chicas tenían que estar abajo, con los clientes, adoptando un papel y luego subir y ser ellas mismas, “llorar, quejarse, desahogarse y consultar las dudas que tenían”.
Herrero Garvín, quien logró diversos premios y reconocimientos con una anterior película “El remolino”, rodada en una diminuta comunidad de Chiapas, México, que se ve afectada cada año por fuertes inundaciones ocasionadas por el río Usumacinta, subrayó que “para mí era importante retratar ese baño, esa especie de alianza, esa burbuja de protección”.

(LectorMx)