Mérida, Yucatán.- A 10 días de que finalice la temporada de huracanes, especialistas en hidrología llamaron a los tres órdenes de gobierno a emprender la construcción de obras hidráulicas de gran magnitud para desalojar los futuros volúmenes de agua pluvial similares a los registrados este 2020.

Para ello, dijeron en el foro “Reflexiones sobre las lluvias atípicas del 2020 y sus impactos”, es imprescindible actualizar las normas de construcción tanto de desarrollos habitacionales y urbanos como de las viviendas, que comprometa a desarrolladores y propietarios a evitar los problemas de inundaciones.

Indicaron que las intensas precipitaciones pluviales que provocaron los eventos ciclónicos “Cristóbal”, “Gamma, “Delta” y “Zeta”, de junio a octubre de este año, implicaron en volumen de agua el triple de lo registrado durante los embates del huracán “Isidoro” en el 2002.

El promedio histórico de precipitaciones de lluvia en la ciudad de Mérida en el mes de octubre era de 107.6 milímetros, sin embargo, con las lluvias generadas por “Gamma” y “Delta” se tuvieron 542.2 milímetros, es decir, un incremento de 405.7 por ciento, cuatro veces más.

Lo anterior significó que en octubre sobre la capital yucateca llovió el 42.2 por ciento del promedio anual que es de mil 282 milímetros. Las lluvias atípicas afectaron al 84 por ciento de los municipios, los cuales recibieron declaratorias de zonas de desastre.

Coincidieron en que los mantos freáticos se saturaron, como ocurre con las grandes presas de otras partes del país, a niveles hasta tres metros de altura que rebasaron el subsuelo, lo que provocó anegaciones e inundaciones en el norte de Mérida, así como en el sur y oriente del estado como Tizimín y Valladolid.

El experto en hidrología de la Universidad Marista, Jorge Alfonso López González, hizo notar el distanciamiento existente entre el contenido de las normas de construcción y la realidad, particularmente en lo referente a la operación de sistemas eficientes de colectores de aguas pluviales y de tratamiento de aguas negras en complejos habitacionales.

Los reglamentos de construcción tienen que ajustarse a las nuevas complejidades de los eventos ciclónicos que trae consigo el calentamiento climático, subrayó durante el encuentro organizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

José Osorio Rodríguez, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán, enlistó algunos de los artículos del actual reglamento de construcción que especifica medidas (como conservación de jardines) para permitir el drenaje natural de las aguas de lluvia en las viviendas, las cuales no se cumplen.

Por ejemplo, el artículo 70 sobre Normas de Proyecto Arquitectónico establece que las aguas pluviales que escurran por los techos y terrazas deberán drenarse dentro de cada predio y por ningún motivo tendrán salida a la vía pública ni drenar sobre los predios colindantes.

Recalcó la necesidad de conservar y cuidar los jardines de las viviendas y las áreas verdes comunes porque son áreas naturales de drenaje y los propietarios y desarrolladores deben tener en cuenta esto y no sólo favorecer las planchas de concreto.

Citó el Artículo 153 del Reglamento de Construcción que menciona que las áreas de estacionamientos y pavimentación deberán tener un número adecuado de pozos de absorción, uno por cada 350 metros cuadrados para desalojar en forma eficiente las aguas pluviales.

“No se permite la conducción y disposición final de agua pluvial en conductos y pozos de aguas negras”, indicó en otro articulado, por lo que consideró necesario que las autoridades federales, estatales y municipales trabajen en actualizar y emprender obras de gran calado.

Los participantes urgieron obras hidráulicas que permitan desahogar a futuro las intensas lluvias como las ocurridas este 2020.

Por ejemplo, hablaron de la construcción de una cuenca para conducir y almacenar grandes volúmenes de agua para luego drenarla paulatinamente.

(LectorMx)