Mérida, Yucatán.- Ante el asesinato de Mariana de Lourdes Sánchez Dávalos, en Ocosingo, Chiapas, y la extraña muerte de Karla Jaquelín Gutiérrez Ku, en Tahdziú, Yucatán, guardan similitudes a pesar de la distancia de los lugares donde ocurrieron.
Ambas recién egresadas de la carrera de medicina y jóvenes: la primera de 24 años y la segunda de 25.
Mariana de Lourdes cumplía su servicio social en la clínica de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, y denunció hostigamiento y abuso sexual un mes antes.
La segunda atendía en el Centro de Salud de la localidad de Tahdziú, y presuntamente se suicidó colgándose de la base del ventilador en su dormitorio.
El caso de la yucateca, que no ha sido esclarecido, ocurrió el 15 de septiembre y el de la chiapaneca, con indicios de feminicidio, el 29 de diciembre.
Con exigencias de garantías de seguridad y condiciones dignas para sus residencias en comunidades rurales del país, centenares de estudiantes y pasantes efectuaron una marcha de ida y vuelta en Paseo de Montejo de Mérida.
Unos 300 manifestantes, de instituciones públicas y privadas, también reclamaron justicia para las dos chicas.
Ahí estuvieron, con carteles y consignas, alumnos y egresados de las escuelas de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, de la Universidad Marista y de Universidad Anáhuac Mayab.
Según su protesta, los fallecimientos de Mariana de Lourdes y de Karla Jaquelín son consecuencia de la violencia contra las mujeres y de los insuficientes resultados en la lucha por la equidad de género.
La señora María Guadalupe Ku, madre de Karla, expuso que hay irregularidades en la investigación sobre el deceso de su hija, ya que a la fecha no se ha determinado con claridad las causas.
Acusó que las autoridades de justicia no cuentan con el acta de defunción correspondiente y la Secretaría de Salud carece de documentación o registro alguno de las actividades de pasantía de su hija en el municipio de Tahdziú, en muestra de burocratismo y lentitud.
La mamá reveló que Karla cubría su servicio social en condiciones inseguras e indignantes, ya que carecía de lo básico y mínimo para su estancia.
(LectorMx)