Mérida, Yucatán.- Acostumbrados al año civil, cuyo final es el 31 de diciembre, vemos nuestro punto medio a finales de junio, cuando se cumplen 6 meses, o el primer semestre, y en este 2021, en realidad, la “mitad” del año civil “cayó” el 2 de julio al mediodía. 185.5 días.

Sin embargo, en el “calendario solar”, el medio año no ocurre en el sexto mes porque, para entonces, el Sol,que recién marcó el solsticio de verano-, en su recorrido aparente -recordemos que no se mueve- de la órbita elíptica apenas ha avanzando una cuarta parte desde que, en la primavera, inició su año astronómico.

El astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa lo explica con números…

El astrónomo y matemático yucateco Eddie Salazar Gamboa.

El “desplazamiento” -tan sólo es visual- del Astro Rey se mide  en el plano ascendente de 0 a 24 horas; su inclinación,  se mide en grados: de 0° a 23° 26’ (23 grados 26 minutos). La posición “cero” en ambos valores, es decir, 0 horas, 0° se da el día que inicia la primavera.

Cuando llega el verano, en la segunda quincena de junio, el Sol está en la posición de 6 horas y 23° 26’; para entonces, ha recorrido la primera de 4 partes Cuando llega el otoño, Kin se ubica en la posición 12 horas y 0°, lo que es astronómicamente el punto medio.

Para entonces, tiene ya 2 de 4 “tramos” de su “camino” anual y está exactamente a la mitad; dicho sea de paso, en 2021, ese punto medio astronómico ocurrirá el 22 de septiembre, a las 14:20 horas (2:20 de la tarde). A esa hora, iniciará la tercera estación.

Salazar Gamboa recuerda que el otoño también significa el dominio de la oscuridad sobre la luz, lo que no es sólo algo metafísico: hay menos insolación, lo que genera cambios importantes, por ejemplo, en el clima: el agua de los océanos se calienta menos y, por ende, es menos probable la formación de huracanes.

Y también insiste en eliminar la creencia de que ese día ocurre el equinoccio (palabra que significa “igual día”, “igual noche”), pues el 22 de septiembre habrá 7 minutos más de luz solar. No será sino hasta el 28 que haya igualdad de horas de iluminación y horas de oscuridad.

Pero, de vuelta a la fecha del cambio de estación, el 22 de septiembre, el Sol estará en la constelación de Virgo (Virgen), cuya estrella alfa, Espica, brillará con más intensidad; “el Sol estará fecundando a la Virgen”, ilustra Salazar Gamboa. Según él, esta fecha tiene más relación con el nacimiento de Cristo: la conclusión a la que ha llegado en el estudio de la astronomía, ocurrió entre el 22 y 23 de septiembre y no en diciembre.

Ahora bien, sobre el fenómeno de luz y sombra que ocurre en las ciudades mayas, el más famoso, en Chichén Itzá, el ascenso de la Serpiente Emplumada, recordó que desde el día 5 se están formando hasta 9 triángulos. Los días previos, el mero día, y los siguientes, se podrán observar 7 triángulos en una de las caras del Castillo.

Esto es una buena noticia para quienes desean cargarse de energía, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), contrario a lo que ocurrió el año pasado cuando reabrió las ruinas para estas fechas, prohibirá el acceso a Chichén Itzá el día 22 de septiembre. Sin embargo, como señala el astrónomo, puede verse desde ahora y en fechas posteriores. 

La zona arqueológica de Dzibilchaltún, en donde Kin marca el cambio de estación al pasar por la ventana principal del Templo de las Siete Muñecas, permanece cerrada por un conflicto ejidal.