Por Adela Mac Swiney González

Valladolid, España.- El reconocido cineasta español Carlos Saura presentó en la edición 66 de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), su última película “El rey de todo el mundo”, un viaje por la música de México que marca el tono de una historia en la que se entrelazan tragedia, ficción y realidad.

Al presentar la película, que está en Sección Oficial de la Seminci, fuera de concurso, junto con el bailarín mexicano Isaac Hernández, el director de fotografía italiano Vittorio Storaro y la actriz Eulalia Ramón, Saura afirmó que escucha música mexicana desde niño “y ha tenido un gran impacto en mí y en

mi amor por la música popular de este país”.

Refirió que cuando estuvo haciendo otra película en México, “Antonieta”, basada en un guion de Jean Claude Carriere, “me llevé conmigo una gran cantidad de música de México, que he estado escuchando, entonces estaba deseando hacer una película en este país”.

Saura investigó a fondo la música popular mexicana: corridos, rancheras, boleros, danzones y algunos más. “Había suficiente material de origen en México para hacer una película musical de ficción fascinante y se trata solo de tener una visión moderna y no solo histórica”.

Además, afirmó que siempre ha defendido la idea de que la imaginación es una de las herramientas de la realización de películas y por eso insiste en seguir avanzando con esta línea de escenografía, buscando una renovación, evitando soluciones tradicionales comunes, utilizando las diferentes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías: luz, cámaras digitales de alta calidad, potentes proyectores de bajo consumo, posibilidad de grabación, sonido en vivo con pequeños micrófonos, entre otras.

Con cerca de 50 películas en su trayectoria, Saura, de 89 años, subrayó que rodar “El rey de todo el mundo” ha sido una experiencia nueva, diferente y magnífica, “porque ha sido una aventura, una aventura hacia lo desconocido, porque yo improviso muchísimo, y muchas veces cosas que se ven en la película están improvisadas sobre la marcha, lo cual es lo que más me gusta a mí”.

Destacó el trabajo de los mexicanos Isaac Hernández, bailarín principal del Ballet Nacional Inglés y de la bailarina Greta Elizondo, quienes viniendo de la escuela clásica, “han hecho el esfuerzo de ejecutar bailes folklóricos mexicanos”.

“El rey de todo el mundo”, cuenta en su reparto, además de los bailarines mencionados, con actores de los dos países como Giovanna Reynaud, Ana de la Reguera, Enrique Arce, Manuel García-Rulfo, Manolo Cardona, Eulalia Ramón y Damián Alcázar.

El jalisciense Isaac Hernández señaló que para él ha sido “un sueño”, participar en esta película. “Mi padre me enseñaba las películas de Carlos Saura ‘Carmen’, ‘Bodas de sangre’ y no podía imaginar estar un día en un set con él y con Vittorio Storaro”.

Añadió que “fue difícil para mí, me salí de mi zona de confort, improvisamos mucho gran parte de la película y eso me llevó a enfrentar ese reto, esas inseguridades y tratar de disfrutar cada día, pero fue un momento de privilegio poder estar en una obra de arte como esta”.

Por su parte, el director de fotografía italiano destacó que a través de las películas de Saura “Flamenco”, “Tango” y hasta llegar a “El rey de todo el mundo”, se ha recorrido el camino de la música y en esta última “hemos aprovechado lo musical desde sus comienzos, desde los tiempos de los aztecas hasta hoy y la luz ha podido moldearse a través del baile, del canto, todo es un continuo, todo es un esculpirse, es un progresar continuo”.

Recalcó que “Carlos me ha enseñado el significado de la palabra arte, que es verdad, por eso, cada uno es un artista en una habilidad distinta, desde limpiar un suelo hasta cambiar una bombilla, y cada una de esas artes puede reflejarse, moldearse, con una luz diferente”.

Storaro, quien recibirá mañana la Espiga de Honor de la Seminci en la Gala de Clausura, subrayó que el cine podría ser la décima de las artes de las que son manifestaciones las musas, “porque se nutre de todas las demás y las funde”.

Sobre la distinción que mañana le hará la Seminci consideró que “todo reconocimiento hacia nuestro trabajo, el de los artistas, es un estímulo para seguir mejorando en lo que hacemos, para seguir trabajando, porque el cine nunca es firme, siempre están cambiando”.

También hizo una referencia a momentos destacados de su trayectoria, como “empezar a entender la luz con Bernardo Bertolucci, la necesidad de usarla para dar emoción y color con Francis Ford Coppola, después para moldear la vida con Warren Beatty y, finalmente, el estímulo vital y creativo de trabajar con Carlos Saura”.

(LectorMx)