Mérida, Yucatán.- La variante delta del coronavirus, que está impulsando la cuarta ola en Europa y que redujo la eficacia de las vacunas, mantiene su tendencia creciente en Yucatán no sólo en el porcentaje de muestras analizadas del virus sino en la mutaciones y subvariantes: ya suman 20.

Tan sólo en los últimos 2 meses -octubre y noviembre-, la delta se encontró en el 95 por ciento de las muestras de virus de pacientes yucatecos. En el universo total de análisis desde el inicio de la pandemia, se halló en 47 por ciento de los casos locales y ya rebasó a las otras “variantes de preocupación” (VOC, por su siglas en inglés) catalogadas así por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Considerada las más virulenta de las variaciones del virus original de Wuhan, China, su propagación en la entidad fue simultánea al pico de la tercera ola; sin embargo, a pesar de que sigue aumentando, los casos positivos de la covid-19 han bajado drásticamente según las cifras oficiales, desde septiembre.

Como ya se ha informado, en las últimas semanas, el Viejo Continente se enfrenta a un “boom” de contagios y en muchos países se han vuelto a las restricciones de movilidad y al confinamiento por periodos cortos para frenar el avance del virus.

Lo peor es que la OMS acaba de revelar que la delta redujo al 40 por ciento la eficacia de las vacunas contra la enfermedad, según Tedros Adhanom Ghebreyesus, jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Alemania, uno de los países “bandera” de este nuevo resurgimiento del virus, el Ministerio de Salud advirtió de que es precisamente la variante “india” la que está catapultando la ola de contagios.

Este rebrote en Europa no ha pasado inadvertido en México ni en Yucatán; recientemente, las autoridades federales advirtieron de que las cifras están mostraron un alza no vista desde octubre. En la entidad, el gobernador Mauricio Vila pidió a la población mantener las medidas preventivas y, sobre todo vacunarse. Según sus registros más de 216 mil habitantes del Estado no se han inmunizado.

Y precisamente en el caso de Yucatán, los casos asociados a esta mutación -cuya capacidad de comtagio es del doble que la del virus “chino”, comenzaron a presentar en mayo pasado, cuando la tercera ola despuntaba impulsada por otra VOC, la gamma o “brasileña”. Ésta creció fugazmente, pero su caída fue casi igual. La delta, en cambio, creció a prisa y sin freno.

De representar apenas el 0.6 por ciento en el quinto mes del año, la delta pasó al 95.5 por ciento en octubre, el último mes completo de análisis, y a 25 días de noviembre, no ha bajado ese porcentaje.

(La línea final de la derecha del gráfico muestra hasta noviembre, pero tan sólo 25 días. Elaborada con datos de Covigenmex)

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Actualmente, de acuerdo con los datos de la plataforma Gisaid, de las 2 mil 305 muestras analizadas hasta ahora por el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (Indre), 816 (47 por ciento) son de la delta (B.1.627.2) y sus 20 subvariantes. Y en esto también lidera, pues ninguna otra de las llamadas VOC o de las “variantes de interés” (VOI, por sus siglas en inglés) la superan.

La categoría “otras” agrupa 7 subvariantes. Elaborado con datos del Gisaid).

En cuanto al resto de las VOC durante toda la pandemia, la alfa (hallada por primera vez en Reino Unido, y conocida por eso como “inglesa”) suma 145 casos (7 por ciento) y ahí se ha “estancado”. La gamma o “brasileña” tiene 731, o sea, el 39 por ciento y también ha dejado de registrar casos en noviembre. La beta, también conocida como “africana” no registra ningún caso en Yucatán. 

De las llamadas VOI, la lamda o “peruana” sólo tiene 3 casos, menos del 0.5 por ciento. La mu o “colombiana” registra 7 casos, es decir, el 1 por ciento.

Recientemente, el infectólogo Alejandro Macías, quien lideró la estrategia para combatir la epidemia de influenza A H1N1 en 2009, alertó sobre el crecimiento de los casos en Estados Unidos y sobre que esto puede ocurrir en México.

Si bien aclaró que el nivel no sería tan alto porque la variante delta ya “castigó” mucho al país, las cifras demuestran que en Yucatán no despuntó al mismo tiempo que en el resto del país. Actualmente está arriba, mientras en el resto del país ha bajado.