Mérida, Yucatán.- Una multitudinaria concentración del género femenino, de todas las edades, reivindicó sus derechos y reclamó justicia y un alto a toda forma de violencia en ocasión del Día Internacional de la Mujer.

Como pocas veces, el emblemático Paseo de Montejo estuvo concurrido en sus dos sentidos por manifestantes, que las organizadoras calcularon en más de cuatro mil, aunque la Policía local estimó unas mil personas.

De todas las edades, desde bebés en brazos, niñas, adolescentes, madres de familia, señoras en sillas de ruedas y, sobre todo, jóvenes participaron en la marcha que transcurrió sin incidentes.

En el trayecto corearon consignas y desplegaron mantas y cartulinas con las exigencias más sentidas: castigo por feminicidios y contra toda forma de violencia hacia las mujeres.

Pidieron a gritos no más agresiones y asesinatos, no más violaciones y abusos tanto en los hogares como de las autoridades policíacas.

Las restricciones estrictas con los varones, incluso con los que acudieron a la cobertura informativa.

De igual modo exigieron acabar con el patriarcado, los acosos laborales y sexuales en redes digitales.

La movilización hizo visibles a organizaciones emergentes, colectivos, estudiantes, asociaciones, grupos trans, lésbicas y pobladoras de comunidades rurales y comisarías de Mérida.

La columna partió poco después de las 18:00 horas de la llamada “antimonumenta” del Remate de Montejo y se dirigió rumbo al norte.

Contrario a lo esperado, en el obelisco a Felipe Carrillo Puerto, calle 37, tomaron retorno al punto de partida para reunirse luego en el parque de Santa Ana.

En el entorno de la estructura arquitectónica ondearon una bandera mexicana de colores verde, blanco y morado e izaron los puños en alto en señal de repudio a la impunidad de agresores.

No faltaron algunas pintas: “Mérida no es blanca” y “Vivas nos queremos”.

(LectorMx)