Mérida, Yucatán.- Las poblaciones más afectadas por la pandemia en cuanto a número de casos y muertes son aquellas que están en condiciones de marginación, sobre todo en regiones de América Latina, considerada la más desigual del mundo, así como en EU, expuso la investigadora Ana Victoria Morán Pérez.

En una compilación de antropología médica publicada en la Revista Rutas del Campo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la especialista recalcó que el Covid-19 ha puesto en evidencia que los sectores vulnerables son los que más se enferman y tienen mayor riesgo de vivir complicaciones y morir.

La experta del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología (CIESAS) mencionó, por ejemplo, que en la ciudad de Barcelona, España, las zonas más ricas presentan una incidencia del virus 26 por ciento más baja que las menos privilegiadas, mientras que en Madrid los distritos más afectados son los barrios obreros.

En Nueva York, de acuerdo al artículo titulado ”El coronavirus es nuevo, las pandemias no”, la tasa de contagios es doblemente mayor en el Bronx, la zona con más cantidad de minorías raciales y personas en situación de pobreza, que en Manhattan. El 34 por ciento de los muertos por coronovirus en esa ciudad son latinos.

En Estados Unidos, el país con mayor número de casos y muertes confirmadas, las poblaciones que presentan las tasas de mortalidad más altas son las de latinos y afroamericanos.

Los migrantes indocumentados, según el texto, enfrentaron mayor riesgo de contagio por los trabajos que realizan —generalmente sin derechos laborales que les permitan tener goce de sueldo durante el confinamiento o acceso a un seguro médico— o por las condiciones de hacinamiento en las que viven.

Lo anterior aunado a la falta de un seguro de salud, las carencias económicas para pagar atención profesional, o el temor a acercarse a los servicios médicos y ser deportados, si no cuentan con permiso de residencia.

En México, la pandemia afectó más a las poblaciones en situación de desventaja: a quienes no pueden guardar confinamiento por la necesidad de salir a trabajar; los que viven en condiciones de precariedad económica; los que carecen de acceso a agua potable para lavarse las manos o habitan viviendas en hacinamiento.

Refirió que en la Ciudad de México y el Área Metropolitana, el virus entró por los barrios ricos de las alcaldías Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, y posteriormente se propagó hacia las zonas pobres de la periferia, más densamente pobladas y con problemas de abastecimiento de agua potable, como Ecatepec, Naucalpan o Iztapalapa.

En Mérida, la principal ciudad de Yucatán, este modelo de análisis de relación entre estratos socioeconómicos de la población y pandemia permite deducir que de las más de 68 mil contagiados y de los casi siete mil muertos registrados hasta el 19 de abril, la mayoría son de colonias populares y comisarías de la periferia.

De acuerdo con reporte de la Secretaría estatal de Salud, de los casos acumulados en la capital yucateca y su área metropolitana conformada por 47 comisarías y subcomisarías, así como colonias y fraccionamientos habitacionales, 17 mil 661 son de la zona Norte; 16 mil 737 en la zona Oriente; 6 mil 516 en la zona Centro y 10 mil 935 en la zona Sur.

La investigadora Morán Pérez planteó que esta emergencia sanitaria llegó en un momento crucial de ajustes en el sistema de salud, ya que después de 17 años de operación del Seguro Popular, el 1 de enero de 2020 fue reemplazado por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

La instauración del Insabi generó controversias en sectores políticos y empresariales, particularmente de las empresas distribuidoras de medicamentos. También hubo protestas de pacientes y familiares de personas que viven con VIH y cáncer por dificultades de acceso a los medicamentos.

(LectorMx)