Por Adela Mac Swiney González

Huelva, España.- Con una historia de sanación a través de la conexión humana, la cineasta Juliana Maité presentó en la edición 48 del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva la película “Receta no incluida”, coproducción de Puerto Rico y México, en la que aborda la necesidad de hablar sobre las condiciones mentales de las personas a través de la historia de su personaje principal, que padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

La directora puertorriqueña presentó la película, acompañada por el actor Gabriel Alexander Leiva y la actriz y guionista de la cinta, Marietere Vélez.

Maité aseguró que en esta película “la conexión humana” aparece como un recurso de “sanación”, con la propuesta de encontrar “otro tipo de medicina” para este trastorno, no “solamente el tradicional”.

Por su parte, la guionista y actriz Marietere Vélez ha explicado que, cuando fue diagnosticada con TOC, se dio cuenta de que “había poca representación de este trastorno en el cine” y necesitaba ver más puntos de vista que no fueran necesariamente desde la comedia. Por ello, esta cinta plantea el tema con la idea de normalizar “la importancia de ser vulnerables”.

A su vez, el actor Gabriel Alexander Leiva resaltó el aprendizaje “de la psicología de los personajes” porque “sanar es lo más importante” y puntualizó que “Receta no incluida” es “una historia de sanación”.

“Receta no incluida”, segunda película de Maité, llega a Huelva tras obtener el Premio del Público en el South By Soutwest Film Festival (Austin, Estados Unidos). Es Nochebuena en Puerto Rico cuando Olivia comienza a sentir síntomas de TOC, condición que creía tener controlada. Al no tener plan médico y querer mantener su situación en secreto, recurre a David, un chico que puede conseguirle las pastillas de manera ilegal.

Cuando Olivia llega al apartamento de David, enfrentan circunstancias inesperadas y reconocen más de lo que se atreven a admitir. Es así que dos extraños generan una conexión inesperada que los embarca en un camino de sanación mental.

Por otra parte, el venezolano, avecindado en Argentina, Arturo Castro Godoy luchará por el Colón de Oro del Festival de Huelva con “Rinoceronte”, en coproducción entre Argentina e Italia, una historia que centra la perspectiva de un niño que tiene que cambiar “absolutamente de vida” al entrar a vivir en un hogar de niños y a “aprender a lidiar con las cosas que trate sobre sus hombros, las cicatrices que tiene y ver cómo es esta vida nueva y una nueva manera de relacionarse y habitar el mundo”.

Los protagonistas, el niño y el asistente que le cuida, son dos personajes que “comparten un pasado y un presente común” que vienen “de un lugar parecido” y se da “ese juego de reflejo en el que están los dos intentando sobrellevar todo”, aseguró el director.

La idea de este largometraje surgió del entorno cercano de Castro, ya que tiene gente conocida trabajando es espacios muy parecidos a los que se reflejan en la película y añadió que quiso centrarse en la “perspectiva del niño” de una manera “no tan expositiva sino más sensorial”, intentando tratar “un tema delicado y fuerte” pero “sin muchos golpes de efecto, lo más honesto posible”.

Resaltó que lamentablemente, estas historias son “universales” y todo el mundo puede “conectar y entender” por donde está pasando.

Interpretada por Diego Cremonesi, Vito Contini Brea, Eva Bianco y Juan José Farías, “Rinoceronte” cuenta la historia de Damián, un niño de 11 años que es separado de una familia negligente y violenta y llevado a vivir a un hogar de niños por intervención del estado.

Acompañado por Leandro, un asistente social con una historia personal similar a la suya, Damián tendrá que aceptar que su vida anterior quedó atrás y no va a volver, pero todavía es posible construir un comienzo nuevo en donde haya lugar para no sentirse tan solo.

(LectorMx)