Mérida, Yucatán.- Sometidos a constante estrés y ansiedad para cumplir con los exámenes y deberes académicos y así evitar la reprobación de alguna materia o expulsión automática, estudiantes de la Facultad de Medicina de la UADY pidieron a las autoridades ponderación y menos presión al estudiantado.

Un grupo de alumnos de la carrera de licenciatura de Médico Cirujano realizó una inusual manifestación en la entrada o vestíbulo del centro de estudios para expresar su enojo por la situación, y demandar condiciones para cumplir con la currícula y los compromisos de evaluación.

Beatriz Niquete, estudiante de cuarto semestre, planteó que tan este martes tienen previsto atender dos exámenes con una batería de 100 preguntas a responder en 60 minutos cada uno, por lo que solicitó a nombre de sus compañeros mayor consideración.

“Yo creo que los estudiantes no aprenden haciendo exámenes de 100 preguntas. Realmente eso no genera conocimiento adecuado y realmente no valora y no evalúa de manera adecuada por completo nuestros conocimientos”, opinó la alumna, quien dijo haber intentado con los docentes cambiar fechas de aplicación sin éxito alguno.

“Nos dicen (los profesores) que el estrés es parte de la carrera, pero creo que hay cosas que se pueden realizar de manera justa y adecuada para que nuestra educación sea la correspondiente”, expresó.

Agregó que cuando algún alumno se acerca a buscar solución a determinado problema, la respuesta de coordinadores académicos, docentes y representantes estudiantiles es la misma: “Es que así es la carrera y la carrera no se puede cambiar y si no puedes, date de baja”.

“Así funciona y nos lo dicen desde los primeros años: si no pueden aguantar el estrés, si no pueden aguantar la manera en que los educamos, dénse de baja de una vez”, abundó.

Conforme a datos oficiales de la UADY, la Facultad de Medicina registra al año unas mil 300 solicitudes de ingreso, de las cuales sólo se admiten 190 con las más altas evaluaciones, pero en los últimos dos años de pandemia se observó una deserción del cuatro por ciento.

Daniela Juárez, del séptimo semestre, aseguró que son altos los índices de depresión y ansiedad entre la comunidad de ese plantel. En todos los salones hay, mínimo, una o dos personas o medio salón que está tomando medicamentos para aliviar el estrés, refirió.

Desde antes de empezar la carrera ya existen situaciones de alteración emocional y los casos, apuntó, aumentan.

Los psicopedagogos de la facultad, en vez de ayudar a los estudiantes a resolver a manejar una crisis, le ponen adjetivos de “flojos y huevones” y sólo se limitan a manifestar que no “te sabes organizar y que deberías de aprender a organizarte”, relató.

Ante cualquier asunto de tiempo para cumplir con los compromisos académicos, los coordinadores de asignaturas sólo responden con negativas: “No, no se puede” o “no se puede porque no quiero” o aplican, a manera de tradición, “si a mí me costó, a ti te tiene que costar el doble”, compartió Beatriz Niquete.

“No creemos que los médicos con ética y que oferten un servicio humano crean que las cosas deban ser doblemente difíciles. Por lo consecuente, no generamos médicos que genuinamente se interesen o velen por el paciente, sino por el conocimiento”, sostuvo la estudiante.

Los futuros médicos cirujanos deben cubrir en 12 semestres un total de 440 créditos: 352 (80 por ciento) de asignaturas obligatorias, 66 de optativas y al menos 22 de tipo libre. Los últimos dos semestres son para prácticas profesionales y otros dos corresponden al servicio social, requisito establecido a nivel federal por la Secretaría de Salud.

Es norma que el estudiante que no acredite una asignatura causará baja definitiva, entendiéndose que no podrá concluir el programa ni inscribirse de nuevo al mismo.

El programa tiene una duración de 12 semestres escolarizados y los estudiantes tienen un límite del 50 por ciento de tiempo adicional respecto a esa duración para finalizar su plan de estudios.

(LectorMx)