Mérida, Yucatán.- Yucatán atravesó uno los primeros semestres más secos de los últimos 40 años, según las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el panorama cambió drásticamente con un giro de casi 180 grados: en enero, 90 por ciento del territorio estatal estaba libre de sequía y, al cierre de junio, el 80 por ciento registró algún grado de «déficit de lluvia».
La situación es tan contrastante que, luego de casi tres años en los que la mayor parte del territorio estatal e incluso peninsular estuvo prácticamente «húmedo» la mayor parte del tiempo, con algunos periodos de sequía en su nivel más bajo -denominado «anormalmente seco»-, más de la mitad de los municipios «brincó» a nivel de «sequía moderada».
Un dato que indudablemente contribuyó a este gris panorama estatal es que junio, históricamente el segundo mes más lluvioso en la historia reciente de Yucatán, registró la precipitación pluvial más baja de las últimas 4 décadas, con apenas 57.6 milímetros (mm). Por si fuera poco, las lluvias de julio no hay paliado casi nada esta «sed»: solo algunas zonas de 5 municipios están hoy libres de algún grado de sequía.
Este bajo nivel de precipitación pluvial en los primeros seis meses de 2023, causado principalmente por la prolongada presencia de sistemas anticiclónicos en la región según la información del SMN, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), causó que Yucatán promediara, entre enero y junio, 42.9 mm de lámina de agua; el primer semestre de 2023 se colocó en el quinto lugar con el nivel más bajo de lluvias desde 1995…
Según Juan Vázquez Montalvo, del Comité Institucional de Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme), de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), la lluvia acumulada de junio de 2023 fue sólo de entre 5 y 30 por ciento de lo esperado, lo que lo convirtió en el junio más seco desde 1981.
Este «déficit» de agua se reflejó de inmediato en el Monitor de Sequía, un mapa con datos estadísticos, que publica el SMN: en los cierres de febrero, marzo y abril, tradicionalmente meses con escasas lluvias en la entidad, la precipitación pluvial fue suficiente para mantener al Estado libre de sequía; pero en mayo, ésta regresó y, a diferencia de enero, comenzó a «mostrar el colmillo»: 54 municipios registraron áreas «anormalmente secas».
Se esperaba que la temporada de lluvias -que inicia el 15 de mayo- llegara aunque fuera un poco tarde, pues junio casi nunca queda a deber; pero esta vez sí lo hizo y el Monitor de Sequía mostró, al terminar el mes, 101 municipios con algún grado de sequía; pero lo peor es que la mayoría, el 57 por ciento, pasó al segundo nivel, es decir, «sequía moderada».
Aunque julio ha sido un poco más benévolo con las lluvias, los primeros 15 días contribuyeron solo un poco a amainar la «sed» de «la tierra del faisán y del venado»: el indicador del SMN de la Conagua muestra que el número de municipios con el segundo nivel de sequía disminuyó de 60 a 54, pero el de «anormalmente secos» subió de 40 a 52.
Lo anterior quiere decir que, en el balance general del Monitor de Sequía, ya son 101 las demarcaciones afectadas, es decir, el 98.1 por ciento del territorio yucateco.
(LectorMx)