Por Adela Mac Swiney González

Valladolid, España.- El mundo del escritor y periodista español Juan José Millás volvió a la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con la película “Que nadie duerma”, del madrileño Antonio Méndez Esparza, adaptación de la novela homónima, protagonizada por Malena Alterio y que compite por la Espiga de Oro en la Sección Oficial del certamen.

Para Antonio Méndez Esparza, quien vive en Estados Unidos, esta película le ha permitido volver a España. “Yo vivo fuera de España y siempre estaba buscando un proyecto que me permitiera volver aquí, siempre estaba deseando volver, leí la novela y me enamoré inmediatamente, aunque me di cuenta que había elementos que para mí me parecían imposibles de adaptar. El universo literario de Juan José Millás superpone en múltiples capas realidad e imaginación, lo que le hace uno de los novelistas más complicados para una adaptación cinematográfica.

En este caso, el cineasta unió al proyecto a la directora y guionista Clara Roquet, “y empezamos un proceso de reescritura muy hermoso, sabíamos que teníamos que eliminar una parte de la novela, pero teníamos que crear otra muy distinta”. De acuerdo con la sinopsis, cuando Lucía pierde su empleo como programadora informática, decide darle un giro a su vida y convertirse en taxista, empleo muy dado al encuentro con personajes singulares, algunos de los cuales intentarán aprovecharse de ella, en un cruce de suspense y ‘road movie’ cañí que satiriza el mundo de la cultura, avanza sin freno por las calles de Madrid y deja a los espectadores pegados a la butaca.

Méndez Esparza, quien antes solo había filmado en México y en los Estados Unidos, consideró que la adaptación de una novela de un escritor español era el medio para acercarse a su país de origen y añadió que buscó meter en la historia elementos que chocaran con la realidad, que los actores y él mismo tuvieran encontronazos de realidad, y el taxi era el dispositivo ideal para que eso sucediera. “Lo que me encuentro, lo abrazo quizá con demasiada efusividad, pero cuando algo me llama la intención intento incorporarlas a mis películas, para mí ahí está la riqueza”, añadió.

Clara Roquet, premio Goya al Mejor Director Novel por la película “Libertad” en 2022, aseveró que había visto las películas de Antonio Méndez Esparza, “ya era fan, leí el libro de Millás, me encantó y Antonio me dijo que él había hecho películas de gente real, vampirizando un poco sus vidas, tomando cosas de sus vidas, y justamente en la película hay un elemento de esto, de esa vida del personaje de Lucía que se la roban”. De hecho, describió el personaje principal de la película como una versión femenina de los protagonistas de “Joker” (Todd Philips, 2019) y “Taxi Driver” (Martin Scorsese, 1976).

“Es una película que reflexiona mucho sobre la ficción, porqué construimos ficciones y lo que hace Lucía es escapar de esa realidad tan alienante y tan opresiva a lo que vive y a la injusticia de lo que le ha pasado, genera su propio mundo de ficción y eso la protege y la empodera”, añadió.

Malena Alterio, actriz argentina radicada en España, aseguró que a Lucía la fue construyendo a medida que se fue haciendo la película y agradeció a Méndez-Esparza el “regalo” de pensar en ella para el personaje y su forma de rodar, en la que son habituales la improvisación y el azar durante la grabación.

“Cuando mi representante me dijo que había la posibilidad de este proyecto, leí el libro y me quedé muy sorprendida, pensé que no se haría la película, dentro del mundo de Millás es todo como muy fantástico, el personaje de Lucía se transforma no solo por dentro sino también por fuera de una manera muy explícita en su descripción. Me siento super agradecida y orgullosa de pertenecer a esta historia, porque Antonio tiene una manera muy especial de trabajar que me ha descolocado”, expuso.

Apuntó que generalmente, “a la hora de la creación estamos demasiado acotados, demasiado conducidos y con ideas demasiado predeterminadas y de repente estar en un proyecto en el que estás rodando y estás cocinando prácticamente ahí, sin saber dónde vas, sin saber qué vas a contar, esto es oro, para mí esto ha sido un regalo, una aventura, me ha dado mucho miedo, mucho vértigo, pero creo que esta es una historia interesante que vale la pena contar”.

Aitana Sánchez-Gijón coincide en el planteamiento y definió su trabajo en la película como “un juego muy feliz” y “un laboratorio” en el que, de todo lo rodado, no sabía qué iba a quedar.

Este domingo, en el marco de la 68ª edición de la Seminci, también se presentó la película en competencia “Sobre todo de noche”, un proyecto que fue definido por su director, Víctor Iriarte, como muy pequeño durante la pandemia que ha crecido hasta convertirse en una película. Se trata de una historia sobre bebés robados escrita junto a Isa Campo y protagonizada por Ana Torrent y Lola Dueñas que salta entre géneros para ofrecer una obra que rompe con todo tipo de expectativas.

“Me planteé hacer una película muy libre con herramientas que, por distintas razones, se han dejado de utilizar”, expuso Iriarte en referencia a la estructura capitular, la voz en off o la superposición de textos con los que se estructura un filme sobre un capítulo negro de la historia de España durante la presentación de la película ante los medios. “Creo que el cine es un espacio libre que puede abordar la historia que quiera desde donde quiera”, puntualizó el cineasta bilbaíno.

(Comunicado)