Cancún, Quintana Roo.- Las cuevas Oppenheimer y Manitas, en el Tramo 5 Sur del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum, son por ahora las mejor documentadas con daños severos por la construcción con potenciales repercusiones en el acuífero.

Activistas defensores ambientales difundieron videos y fotografías de la destrucción que encontraron debajo de la ruta del trazo ferroviario.

“Masificar turismo, masificar desarrollos inmobiliarios y pasar un tren por la selva es el peor ecocidio que se ha hecho este lugar…”, resumió el experto Guillermo DChristy, consultor en calidad de agua y espeleólogo.

Los especialistas estiman que son 120, hasta ahora, las cavernas y cenotes con afectaciones en esa sección del litoral del caribe mexicano.

También compartieron un cálculo de unos ocho mil pilotes que han roto el equilibrio del subsuelo con gran impacto en la biodiversidad de la zona.

Algunas de esas formaciones datan de unos 800 mil años y contienen restos de megafauna de la edad de hielo, rastros de los primeros humanos en el continente y actividad de poblaciones prehistóricas.

Lamentaron la falta de respuesta contundente de la comunidad espeleológica internacional y de los propios pueblos originarios.

“La población maya ya debería estar enojada por este ataque a la selva y al Xibalbá”, comentaron.

(LectorMx)