Quintana Roo.- Los holboxeños que se dedican al turismo y los prestadores de servicio están preocupados: cuando faltan menos de dos meses para el arranque de la temporada alta para ellos con los tours para avistamiento del tiburón ballena, el muelle desde donde parten las lanchas está aún destruido.

La lentitud con que se está remozando la infraestructura que destruyó la gran marejada del pasado 6 de febrero tiene a la mayoría de los touroperadores mordiéndose las uñas. Basta decir que en la Semana Mayor, la recuperación no avanzó ni un centímetro.

Como informamos en su oportunidad, a principios de febrero, la marejada que ocasionó el frente frío número 32 arrasó con prácticamente toda la infraestructura turística de la isla, incluido el también icónico Muelle del Tiburón Ballena.

Además de las pérdidas materiales para decenas de familias, cuyas casas se inundaron, los holboxeños resintieron bajas en sus ingresos debido a que la principal actividad económica de la isla, el turismo, se afectó por los daños.

Hoy, a casi dos meses del impactante fenómeno natural, si bien los turistas no han dejado de llegar, la mejor temporada está a la vuelta de la esquina y las obras de recuperación no avanzan al mismo ritmo.

Aunque los trabajos para restaurar el muelle se iniciaron con tiempo suficiente para terminarlos a tiempo, avanzan lentamente y tienen a los turisteros con los pelos de punta, pues el avistamiento y nado con el tiburón ballena, que es el principal atractivo y el ‘producto turístico estrella’, empieza el 1 de junio, es decir, dentro de 58 días.

El muelle es indispensable para los viajes de avistamiento del Tiburón Ballena porque ahí abordan y bajan los turistas. Actualmente, para otro tipo de tours en lancha, los prestadores han recurrido a los pequeños muelles espolón que hay en la playa principal del destino, para que los visitantes aborden o bajen, pero estos ‘muelles’ no solo son insuficientes por su corta longitud, sino que son peligrosos: a varios turistas se les ha visto resbalarse, ya que no están hechos para caminar sobre ellos sino, en todo caso, para frenar la erosión.

(LectorMx)