Mérida, Yucatán.- Los constantes conflictos ejidales, que han mantenido bloqueadas diferentes zonas arqueológicas del Estado, y los cierres inesperados por otros motivos, han impedido la recuperación total del turismo de este segmento, a cuatro años de la pandemia de la Covid-19, revela un análisis de las estadísticas de visitantes publicadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Aunque algunos sitios sí han retomado el nivel prepandémico e incluso lo han superado, como Chichén Itzá o Izamal, el balance general de las cifras del primer trimestre del año, aunque positivas, aún está por debajo de lo alcanzado 2019, año que se toma como referente por ser previo a la crisis sanitaria. También están ‘muy lejos’ del récord de 2018.

Las cifras muestran que, entre enero y marzo de 2024, arribaron a las ruinas mayas 884 mil 654 visitantes, 34 mil 38 menos que en el mismo periodo de 2019, cantidad que equivale a 3.7 por ciento menos..

La causa principal de que tanto en este como en años anteriores el segmento de turismo de ruinas no haya terminado de levantarse del ‘golpe’ casi mortal de la pandemia está en los diferentes conflictos ejidales que en los 4 años recientes han enfrentado zonas como Dzibilchaltún y, recientemente, Mayapán. Si bien en la primera el lío se encaminó a una solución, hoy está cerrada por obras de rescate y remodelación.

En el caso de Mayapán, el acceso aún está bloqueado por las demandas de los comuneros que son dueños de los terrenos. Lleva así varios meses y aún no hay luz al final del túnel. Si bien su ‘contribución’ al grueso de visitas no es significativa, los pocos turistas que aporta es una ‘goteo’ que ayuda y, como ya se demostró, también influye hoy en el balance negativo.

Ahora bien, en comparación con otros años previos, el registro de turistas sí muestra un crecimiento, de 9.5 por cierto, si se contrapone a 2023, y de 4.7 por ciento, contra 2022.

Si analizamos las cifras caso por caso, hay zonas arqueológicas que no sólo se han recuperado sino que han registrado cifras nunca antes vistas, como el caso ya conocido de Chichén Itzá o el de la ‘Ciudad Amarilla’, que sorprendió el año pasado al escalar posiciones ‘aprovechando’ que un sitio como Dzibilchaltún atravesaba problemas de posesión de tierras con el ejido de Chablekal, aunque finalmente las cosas ‘se acomodaron’ y este año su nivel ha bajado ligeramente.

En este caso, durante el primer trimestre de 2024, visitaron la ciudad de los Itzaes 681 mil 373 personas, 121 mil personas más que en el mismo periodo de un año antes, cuando arribaron 560 mil 372; el crecimiento fue de poco más de 21 por ciento.