Mérida, Yucatán.- Restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) concluyeron los trabajos de recuperación de la imagen “Dos Caras”, ubicada en la esquina de las calles 65 y 58, la cual había sido afectada y cubierta con pintura por una empresa ubicada en dichas coordenadas del Centro Histórico de Mérida.
La Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado A.C. (Ayerac) informó lo anterior y destacó los trabajos de especialistas que permitieron recuperar para su preservación dicho patrimonio cultural de la capital del estado.
La Ayerac que preside Limbergh Herrera Balam reportó al Ayuntamiento de Mérida y al INAH a fines de enero pasado la afectación de la imagen “Las Dos caras” ubicada en la parte superior del mencionado cruce del Centro Histórico de la ciudad, misma que data de hace más de cien años.
La delegación del INAH que encabeza Eduardo López Calzada intervino con la colocación de sellos de clausura y procedió en acuerdo con los directivos de la negociación que comercializa telas a la restauración a la recuperación de la imagen, que es un referente urbano y cultural de los meridanos.
Herrera Balam resaltó la labor de los restauradores del INAH y la recuperación del patrimonio cultural con el llamado de los meridanos a cuidarlo y conservarlo como parte de la memoria histórica y cultural en beneficio de las actuales y futuras generaciones.
A mediados de enero anterior, trabajadores de la citada negociación pintaron la fachada y afectaron la mayor parte de la imagen conocida como “Dos Caras”, la cual quedó reducida por la nueva pintura verde.
La figura ya restaurada evoca a Jano, el dios de las puertas, los comienzos y los finales según la mitología romana, al que le fue consagrado el primer mes del año y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes que derivó de su nombre (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a enero.
Jano es representado con dos caras, mirando hacia ambos lados de su perfil y no tiene equivalente en la mitología griega. El Janículo, colina ubicada en Roma, debe su nombre a este dios.
(Jesús Mejía)
