Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador

Todos los demás son perdedores

Winston Churchill

Julian Santiesteban

Cumplido el primer mes de campañas en los doce estados en lo que se renovarán gubernaturas este 05 de junio, las tendencias deben ser verdaderamente preocupantes al interior de partidos como el Revolucionario Institucional (PRI), pues a pesar de haber iniciado los procesos como favoritos para ganar por lo menos las nueve gubernaturas que actualmente tiene, al final pudiera perder más de seis del total a elegirse.

 

Las mediciones reales contrastan con el discurso cada vez más desesperado del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien entrevistado en Chihuahua este fin de semana, dijo que la confianza tricolor del triunfo se funda en los gobiernos de resultados de su partido, y que además sus candidatos tienen la experiencia de gobernar. El dirigente incluso aseveró que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha dado resultados (sólo que no dijo que esos resultados han sido catastróficos), y que las audaces reformas y ese gobernar genera desgastes, pero no hacerlo desgasta mucho más.

 

Ese discurso, y la responsabilidad a cuestas de llevar la mala imagen presidencial, y de gobernadores con resultados realmente nefastos, es justamente lo que hace cada vez menos creíble el discurso tricolor, y lo que lo ha puesto en tendencias a la baja en las preferencias electorales.

 

Y lo anterior no es figuración del escribiente, pues hace apenas diez días, el presidente de Consulta Mitofsky, Roy Campos, dijo con Joaquín López Dóriga, en  su noticiario radiofónico para Radio Fórmula, que la coalición PAN-PRD supera al PRI en las encuestas de cara a las elecciones del 5 de junio; aunque hay que recalcar que el analista no señala si es en las doce entidades, aunque se infiere porque no especifica alguna.

 

Ahora bien, Roy Campos habla del PRI como partido, pero no hizo comparación alguna con la coalición conformada, por ejemplo en Quintana Roo, por el tricolor, el partido Nueva Alianza (Panal) y el Verde Ecologista (PVEM); pero aun así, concluido el primer mes de campañas de 77 candidatos a gobernador en 12 entidades federativas, la peor parte parece haberla sacado el PRI, pues en 2015 la misma encuestadora señalaba a ese partido como favorito en los doce estados. Con un mes aun de campañas, los ajustes parecen no sólo necesarios, sino urgentes.

 

PAN y PRD fueron duramente criticados por sus mismos militantes, debido a la coalición que hicieron, pues, por ejemplo, se señala que el blanquiazul logró postular candidatos de su partido en tan sólo cuatro de doce entidades, en las demás los candidatos son ex militantes priístas. Lo cierto es que para efectos electorales la coalición resultaría más que efectiva, ganarán las gubernaturas, el acceso a las arcas y una muy posible alianza en las elecciones de 2018; a menos que el tricolor recomponga el camino.

 

Por supuesto, no hay encuesta alguna que brinde certeza sobre los resultados del 05 de junio, serán los votos de los ciudadanos los que deberán marcar el rumbo de cada entidad, ni pretende este Tiro de Piedra generar ideas tendenciosas en favor o en contra de algún actor político, pero como en cada proceso son los mismos partidos los que desesperadamente pretenden influir en el electorado presentando las encuestas que aseguran les favorecen, pues la declaración del presidente de Mitofsky debe representar un balde de agua fría para los tricolores, y la oportunidad de realizar los ajustes en el mes por transcurrir.

 

Y es que, para el caso de Quintana Roo y el PRI, pareciera haber un empecinamiento –o soberbia- en mantener una campaña llana, sin emociones, rehuyendo la presentación de propuestas, a menos que sea en “ambientes controlados”, opiniones publicadas por los mismos “opinadores”, a excepción de las alcaldías, en donde, los mismos de siempre, opinan en favor el candidato tricolor a la gubernatura, pero en contra de candidatos priístas a las presidencias municipales, sea por no “acordar”  con los columnistas, no contratarles los servicios de perifoneo que suelen ofertar, o simplemente porque desde “la voz de mando” no les han instruido a escribir únicamente lo que se les indica. Todo ello en detrimento del oficialismo. Y el riesgo sigue latente.

 

Los opositores, en contraparte, siguen aprovechando lo que denominan “descontento social”, y haciendo la campaña más simple que puede haber, que es aquella que ataca todo lo hecho, bien o mal, por el gobierno en turno, aun cuando muchos de sus candidatos proceden del mismo gobierno, o por lo menos hablan mal del mismo ahora que abanderan a partidos en los cuales ni siquiera militan. Tiempo al tiempo.

 

Por lo pronto, ni los priístas son tan malos, ni los opositores tan buenos, y al final queda claro también que los partidos políticos son tan sólo franquicias para obtener candidaturas y una vía a las arcas públicas, si las tendencias no favorecen al PRI, habrá que ver los ajustes que realicen; y si las ambiciones en la oposición no se desbordan, veremos si les alcanzan para obtener por lo menos la mitad de las gubernaturas, algo impensable hasta hace apenas unos meses; pero la decisión última la tiene usted como elector, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima. Sígame en Twitter @julianisaac77

Como siempre, le dejo notas que fundamentan lo expresado.