Un grupo de científicos liderados por Xianrui Cheng y James Ferrell, biólogos de Standford, ha determinado por primera vez la velocidad con la que se propaga la muerte en las células.

Su estudio, publicado en la revista Science, se enfocó en comprender el proceso por el que una célula da la orden de autodestruirse y lograron medir a qué velocidad se mueve este estímulo dentro de ella.

Descubrieron que la velocidad a la que se propaga la muerte es de 30 micras por minuto, lo que equivale a 2 milímetros por hora.

Los investigadores también señalaron que esta muerte puede ser programada o una repuesta a la prevención de enfermedades como el cáncer o a la propagación de un virus.

La célula no explota sino que realiza una implosión de manera ordenada, colapsando su propia estructura y guardándola en pequeños fragmentos fáciles de limpiar para el organismo.

(vanguardia.com.mx)