Por: Adela Mac Swiney González
Gijón, Yucatán.- Unos 20 años tuvo que esperar la Semana Negra de Gijón para que John Connolly llegara a esta cita cultural, popular, referente mundial de la literatura en género negro. Hoy fue el día y Connolly se prodigó en todos los sentidos, se auto presentó en español, el traductor y el presentador pasaron largos ratos en silencio, hizo bromas y además anunció que Charly Parker, su personaje, de quien presentó la última novela traducida al español “El frío de la muerte” llegará a las pantallas en una serie.
La Semana Negra de Gijón en esta su XXXII edición le correspondió y tras largos aplausos de quienes acudieron en masa a la Carpa del Encuentro de esta cita, en los antiguos astilleros de esta ciudad asturiana, Connolly recibió “la Rufa”, la icónica mascota que reciben los premiados y que cambió de género este año para reivindicar el género femenino.
El escritor irlandés, con 17 novelas con su personaje Charly Parker en sus espaldas, adelantó que un estudio de los Estados Unidos tiene ya un guión para la primera, titulada en español “Todo lo que muere”, “aunque posiblemente haremos un cambio en el proceso de adaptación”.
“Antes solo había películas, no había series y el proceso de contracción para una adaptación era difícil, pero ahora tenemos plataformas y se puede hacer una adaptación más grande, de once, doce horas, por lo que a lo mejor tendremos más de una novela de Charly Parker en una serie”.
En un encuentro con periodistas se le preguntó en qué actor ha pensado para encarnar a Charly Parker, pero cauto y riendo Connolly afirmó que no puede hablar de eso ahora, “no me quiero meter en problemas”, dijo.
También dio a conocer que un estudio de Escocia tiene un proyecto audiovisual para su célebre obra “El libro de las cosas perdidas”, que tendrá una combinación de animación y mundo real. Sin embargo, dejó claro que “yo quiero escribir el guión para esta película porque es un libro muy personal para mi”.
En “El libro de las cosas perdidas”, mientras la Segunda Guerra Mundial arrasa Europa, David, a sus doce años, llora la pérdida de su madre. Su padre ha vuelto a casarse, y la nueva familia se ha mudado a una casa en las afueras de Londres, para evitar los bombardeos alemanes. David, en su desván, no tiene más compañía que los libros.
Son unos libros que le susurran y le atraen. La realidad y la ficción empiezan a fundirse hasta tal punto que, por una grieta en una antigua construcción del jardín, David entra de pronto en un mundo desconocido: el de sus sueños y su portentosa fantasía.
Es una novela para el público infantil y juvenil diferente de las historias policiales de la serie de investigador Charlie Parker, pero el escritor aseveró que su concepción como irlandés católico condiciona su narrativa, que nada tiene que ver con la novela gótica que escriben los autores estadounidenses, aunque la serie de Charly Parker esté ubicada en ese país norteamericano.
Al respecto, argumentó que había una expectativa de los escritores irlandeses “de que teníamos que escribir solo sobre la experiencia irlandesa, sobre el terrorismo, sobre la relación entre la iglesia católica y la gente, sobre Inglaterra, nuestra relación con los ingleses y no quise escribir sobre estos temas”.
Añadió que Estados Unidos históricamente ha dado la oportunidad a los irlandeses de escapar a otro país y empezar de nuevo, “pero para mi, la escritura en el género de la novela negra”.
No obstante, Connolly no se queda en ese género y mezcla todo tipo de experiencias literarias, inclusive de fantasía y fantasmas. “Quiero explorar las posibilidades de los géneros y crear combinaciones nuevas, no me gusta escribir el mismo libro que los otros escritores, quiero explorar, quiero experimentar y sí, con riesgo del fracaso pero no me asusta”, puntualizó.
“Quiero crear algo nuevo, quizá solo un poco nuevo, algo un poco diferente, pero sí una experiencia un poco nueva para el lector”, anotó.
En un español bastante fluido, alabó la capacidad de la novela negra de dar respuestas y soluciones que no siempre se consiguen en la vida real. “En la vida real los culpables se pueden escapar de todo, los asesinos pueden retirarse hacia las sombras pero en la ficción detectivesca se puede lograr la justicia”, comentó.
Para terminar y ante la insistencia del tiempo que este certamen literario ha tenido que esperar a uno de los grandes del género negro, Connolly dijo con una gran sonrisa; “es que antes tenía que aprender español”.