Mérida, Yucatán.- El único enemigo declarado que tengo es la pobreza, no es natural el ser pobre, es una disrupción del orden social y tenemos que encontrar la manera de resolver este problema entre todos, afirmó el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín.
Todos deberíamos tener lo mínimo y la oportunidad de alcanzar lo máximo, pero el problema de este país es que lo máximo lo tienen muy pocas personas y hay quienes aún no tienen ni el mínimo. Existe una tremenda desigualdad y hay que luchar contra ella, subrayó el legislador yucateco en una reunión que sostuvo el pasado fin de semana en Dzibikak, comisaría de Umán, con vecinos de ocho municipios de esa zona.
No podemos resignarnos a ser pobres, el gobierno, los políticos y ustedes estamos obligados a vencer a la pobreza. Nuestros hijos no pueden depender de que reciban apoyos cada vez, debemos ser más capaces de resolver las necesidades de nuestra familia. Por eso amigos, mi meta este año es ayudar a que haya menos pobres en Yucatán y los que ahora lo son, tengan más oportunidades de ser productivos y autosuficientes, enfatizó Ramírez Marín, ante los aplausos de los asistentes.
El político yucateco respondió así a una expresión de la comisaria de Poxilá, Perla Edith Pech Cob, quien en una parte de su intervención consideró que es hora que los pobres reciban más ayuda, para no estar condenados ellos y sus hijos a ser pobres siempre. “No, no estamos condenados a ser pobres”, apuntó el diputado federal.
Ramírez Marín afirmó que sus acciones de gestoría siempre van en función de responder a una necesidad y de ayudar a generar empleos e ingresos, como la entrega de toneladas de azúcar a los apicultores para contribuir a la producción de miel, la distribución de semillas de sorgo para fomentar alternativas de producción en el campo o los injertos a los citricultores para repoblar sus huertos, así como la entrega de toneladas de maíz a los campesinos afectados por la sequía que demandaban ayuda.
Acciones recientes, indicó, como las obras de modernización de la Avenida Colón también cumplen una función económica, pues no sólo le devolverán la belleza urbana y arquitectónica a Mérida con esta vía, sino, al formar parte de un proyecto integral con el nuevo Centro Internacional de Congresos, propiciará la llegada de hoteles –hay 19 proyectos en puerta-, restaurantes y otros negocios que significan más empleos e ingresos para los yucatecos.
En atención a las solicitudes que le plantearon en la reunión de Dzibikak, de la propia comisaria municipal con el tema de la vivienda y de Yamile Cocom Casanova, para impulsar la cría de tilapia en las comunidades, el legislador afirmó que ambas peticiones contarán con su ayuda, porque representa luchar contra la pobreza.
La vivienda, dijo, atiende el problema de la pobreza patrimonial y la tilapia es una muy buena opción para generar empleos e ingresos en la zona rural, particularmente para las mujeres. La acuacultura, agregó, no requiere de un gran esfuerzo físico, sino de dedicación, constancia y responsabilidad, virtudes que las mujeres cumplen cabalmente.
Hay recursos para esto lo que falta son proyectos bien hechos y que la gente quiera meterle con ganas a la actividad, así que el primer reto es la organización”, subrayó Ramírez Marín.
“Y la base de la organización es la unidad”, advirtió. “Solo trabajando unidos y con un mismo objetivo vamos a salir adelante. En el caso del programa de vivienda, que este año redoblaremos los esfuerzos en las gestiones, también es indispensable la unidad y la organización porque hay que formar más comités en las comisarías”.
A invitación del diputado, el joven Juan José Basto, de Motul, uno de los asistentes, relató su caso de éxito en la cría de tilapia, en un proyecto familiar que empezó con ocho estanques y ahora cuenta con 20, con una producción y venta que ha vuelto no solo viable sino rentable el negocio y que le ha permitido ampliar su aprovechamiento con el uso del agua residual para diversos cultivos, con la técnica de la acuaponia.
Ante el despegue del negocio, el joven emprendedor ya emplea a biólogos con doctorado, ha abierto un despacho para elaborar proyectos de acuacultura y se ha convertido en proveedor de insumos de esta actividad.
A petición del diputado, Juan José ofreció recibir en Motul a todos los que estén interesados en conocer la granja y deseen incursionar en la cría de tilapia. Al término de su intervención, el joven recibió los aplausos de los asistentes.
“Ya ven, sí se puede, podemos abrir una unidad en una comisaría y con cinco personas basta para manejar la granja. La meta sería ir ampliando poco a poco el número de unidades para hacer más rentable el proyecto. Todo lo que hagamos tiene que dejar ingresos, utilidades, no se trata sólo de dar apoyos o de repartir cosas por repartir, tiene que dejar dinero para sus familias. Sólo de esa manera combatiremos la pobreza”, recalcó Ramírez Marín.
“Y estoy seguro que lo podemos hacer, porque cuento con tres cosas: la gran determinación del gobernador Rolando Zapata Bello, quien comparte plenamente este objetivo y continúa consolidando su proyecto y su visión del Estado; el apoyo del gobierno federal y, además, el respaldo de ustedes y su voluntad para salir adelante. Vamos por menos pobres en este 2017”, enfatizó el diputado.
(Comunicado)