Mérida, Yucatán.- Las obras de remodelación del mercado de Chuburná, en Mérida, atraviesan por un conflicto que puede atrasar la entrega de la obra: la construcción del techo no convence a los locatarios.
Y no los convence por 2 razones:
- El techo no resistió el “colado” de cemento. Algunos de los bloques parece que se están saliendo de la estructura de acero que los sostiene.
- La forma no es la que ellos quieren; son 3 estructuras en declive (como de dos aguas) que no acaban por gustarles.
Desde hace varias semanas, el techo permanece “apuntalado”, y según contó uno de los locatarios, esto se debió a que a las pocas horas de “colarse” (poner el cemento) el techo hizo un sonido fuerte que incluso asustó a los albañiles, quienes salieron huyendo.
En uno de los 3 techos que tiene la obra, en que “colinda” con la antigua construcción, puede verse que los bloques están “fuera” de la estructura de acero que deben sostenerlos, y así ha permanecido desde antes de que terminara 2017.
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Sobre lo que denunciaron los locatarios, se le pidió a la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida dar una versión de lo ocurrido, pero aseguró que no había ningún problema con la obra y que se entregará en tiempo y forma, es decir, a finales de enero.
Según la dependencia, el techo se apuntaló a petición de los propios locatarios, pero no porque hubiera algún problema o error con la construcción. De hecho, la fuente señaló que la estructura “está intacta”.
En un recorrido por la obra, que por varios días estuvo “cerrada” con cintas amarillas de advertencia de “peligro”, se constató que se están construyendo más soportes, de mayor tamaño que lo que de por sí traen las estructuras metálicas originales.
Algunos locatarios se quejaron de que la obra estaba parada, y que los perjuicios eran cada vez más principalmente porque no hay lugar para estacionamiento.
Los comerciantes del mercado aseguraron que nunca estuvieron de acuerdo con la arquitectura (forma) del techo, y que hubieran preferido un techo “plano”, tal como el que tiene el área principal del mercado.
Se preguntaron si con el problema que se vivió con la construcción del techo, los comensales querrán acudir a comer ahí, cuando ni los propios vendedores de comida se sienten seguros con la construcción.
Mientras se resuelve el problema de la construcción, los vendedores de comida, principales beneficiarios de la obra, siguen ofreciendo sus productos en la parte de atrás del mercado, bajo lonas de plástico y en medio de la insalubridad de charcos de agua acumulada.
