Mérida, Yucatán.- La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) se pronunció por erradicar la corrupción en la contratación de obra pública o infraestructura, pero también demandó una planeación a largo plazo en esos rubros para mantener la inversión y la generación de empleos.
El presidente nacional de esa organización, Eduardo Ramírez Leal, expuso que para el sector es primordial la transparencia y la rendición de cuentas en la ejecución de los recursos públicos, por lo que propuso una plataforma de denuncia anónima sobre irregularidades, con el fin de que se investigue, se sancione y se termine con la impunidad.
En conferencia de prensa, reconoció que ha atendido planteamientos de funcionarios gubernamentales que no se atreven ventilar anomalías en el ejercicio de dineros federales por miedo a perder sus empleos.
Al asistir a la inauguración de la Expo Construcción 2018, Ramírez Leal insistió en la importancia de planear el desarrollo de infraestructura y obra pública que rebase los periodos sexenales y de esa manera dar certidumbre a las inversiones y al mantenimiento de empleos.
Precisó que la CMIC aglutina a 12 mil empresas en el país, que generan seis millones de empleos directos y 2.8 millones de indirectos, que han sido afectados en los últimos 10 años por un decrecimiento en la inversión de 5 a 2.4 por ciento en relación al Producto Interno Bruto.
El dirigente indicó que la inversión prevista para este año de 600 mil millones de pesos es aún insuficiente para sostener al sector ocupado en la red de carreteras, puertos aeropuertos y obras del sistema de agua potable.
Sin embargo, repuso que esta falta de inversión pública se compensa con la inversión privada.
El presidente nacional de la CMIC aprovechó su estancia en Mérida para fijar un pronunciamiento en la apertura de la Expo basado en cinco puntos:
Primero, realizar las adecuaciones necesarias a los marcos legales para garantizar la transparencia en la inversión y ejecución de obra pública e infraestructura.
Segundo, impulsar a las empresas mexicanas en los procesos de licitación a fin de que los recursos fiscales que se generen el país sean encauzados a las firmas nacionales.
Tercero, regionalizar la inversión para involucrar a las pequeñas y medianas empresas del sector, que han estado marginadas del desarrollo.
Cuarto, impulsar la profesionalización del sector para mantener la calidad de la construcción, toda vez que la CMIC en cuatro décadas ha capacitado 84 millones de horas-hombre en todos los niveles, desde obreros hasta directivos.
Y quinto, crear un Consejo Nacional de Infraestructura que establezca una planeación de largo plazo como ocurre en los países desarrollados.
(Jesús Mejía)